Adriana Cerezo, Premio Valores Proyección

Adriana Cerezo es un talento precoz del taekwondo español y también su mejor y más joven embajadora. En los pasados Juegos Olímpicos de Tokio se plantó en la gran final después de eliminar a algunas de las grandes favoritas y ganó la plata en la categoría -49 kg. con solo 17 años. Sin descuidar nunca sus estudios (acaba de superar con nota la selectividad y sueña con ser bióloga), la madrileña ha trabajado durísimo para llegar a la cima. Y sin perder nunca su característica sonrisa. 

A ritmo de vértigo

Alentada por su abuelo, que fue quien la inscribió en un gimnasio para empezar a practicar taekwondo a los cuatro años, Adriana ha ido superando retos a toda prisa hasta alcanzar el éxito olímpico siendo aún menor de edad. En 2020 debutó en categoría absoluta; en abril de 2021 se coronó campeona de Europa en Sofía y en mayo tuvo que lograr su billete para Tokio en el preolímpico. El paso previo a una cita que la consagró internacionalmente.

En su debut, derrotó a la serbia Tijana Bogdanovic, número dos del mundo y plata en Río 2016, para después hacer lo propio con la leyenda china Jingyu Wu, oro en Pekín 2008 y Londres 2012. En semifinales, su ‘víctima’ fue la turca Rukiye Yildirim, asegurando una histórica medalla para la delegación española. Certificada la plata, la tailandesa Panipak Wongpattanakit, número uno del mundo, acabó con el sueño de Adriana y la privó del oro. Pero la joven madrileña tiene toda una brillante carrera por delante y con ello, nuevas oportunidades en futuros Juegos.

Aquella niña que creció viendo películas de Jackie Chan o Bruce Lee es hoy toda una estrella, con unas cualidades innatas para el taekwondo, una personalidad arrolladora y un indudable carisma.