Un partido durísimo para Leo, que dio el susto

El '10' mandó un balón al palo, sufrió la dureza del marcaje chileno, que estuvo a punto de dejarlo KO, y jugó todo el segundo tiempo con muestra de dolor

Messi aún no se ha podido estrenar en la Copa América, pero su aportación ha ayudado a la Albiceleste a clasificarse para los cuartos de final por la vía rápida

Leo Messi sufrió muchísimo con la dureza de Chile

Leo Messi sufrió muchísimo con la dureza de Chile / AP

Joaquim Piera

Joaquim Piera

Leo Messi fue la personificación de la victoria muy trabajada de Argentina en un clásico durísimo ante Chile (0-1), disputado en Nueva Jersey, con la que la Scaloneta sumó su segundo triunfo en dos jornadas y se clasificó matemáticamente para los cuartos de final de la Copa América 2024.

Lautaro Martínez fue el héroe de la noche con su gol-milagro en el minuto 88, el segundo en dos partidos, que lo sitúa como el artillero en solitario de la competición. Sin embargo, fue Leo Messi, un partido más, quien centró todas las miradas, las atenciones... ¡y los golpes!

El crack de crack fue el que más sufrió en sus propias carnes la dureza empleada por los chilenos como arma de intimidación. Messi mantuvo un particular duelo con el lateral Gabriel Suazo, que casi lo envía a la caseta de forma precipitada en el minuto 22, cuando le pegó un trompazo voluntario (que inexplicablemente se quedó sin amonestación) en el muslo.

Leo fue atendido durante más de dos minutos en la banda, lo que acongojó a todo su equipo. Se recuperó, pero las consecuencias del golpe las arrastró el resto del encuentro.

En el segundo tiempo, los primeros planos de la transmisión televisiva mostraban su rostro con muestras evidentes de dolor y, también, de cansancio. Aguantó hasta el final, y participó de la elaboración del tanto de su selección al servir el córner que acabó con el tanto final de Lautaro.

El enojo de Messi por el lance que casi lo aparta del partido fue explícito. Cuando terminó el primer tiempo recriminó al colegiado uruguayo, Andrés Matonte, la permisividad con las acciones de La Roja. Lo hizo a pecho descubierto sin la típica imagen de taparse la boca para evitar las lecturas labiales.

Messi aún no se ha estrenado en la competición continental. En el debut contra Canadá dio una asistencia en el tanto de Lautaro. Y, esta vez, se le escapó el gol por unos milímetros, porque en el minuto 35 estampó un zurdazo en el póster izquierdo de la portería de su excolega en Barcelona, Claudio Bravo.

Con la clasificación garantizada, no sería descabellado que Lionel Scaloni diera descanso a su estrella el próximo sábado en el partido contra Perú que cerrará la participación de los argentinos en el Grupo A.