El impacto económico de la Copa América de vela en Barcelona

Según las estimaciones de Barcelona Capital Náutica, esta competición tendrá un impacto para la economía local de más de 1.200 millones de euros

La Copa América de vela arrancará el próximo 22 de agosto en Barcelona

La Copa América de vela arrancará el próximo 22 de agosto en Barcelona / AMERICA'S CUP EVENT

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La 37 edición de la Copa América, que se celebrará por primera vez en la ciudad de Barcelona, arrancará el próximo 22 de agosto con el objetivo de contentar a toda la audiencia global, que se calcula que será de 1.500 millones de espectadores, ganar reputación y atraer a la ciudad condal el turismo llamado 'de calidad'.

Considerada como la competición náutica más importante del mundo, es el tercer evento deportivo con mayor impacto para su anfitrión después de los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol. Según las estimaciones de Barcelona Capital Náutica, la llamada 'Fórmula 1 del agua' tendrá un impacto para la economía local de 1.200 millones de euros, entre el desembolso de visitantes nacionales y extranjeros, el de los equipos y las inversiones previas.

Durante los dos meses que durará el evento “no solo se verá el espectáculo de la competición de vela más emocionante, tecnológica y sostenible que existe, sino que tras los barcos aparecerá el frente marítimo de Barcelona en una imagen similar, si no mejor, a la famosa de los saltos de trampolín de los Juegos Olímpicos”, señala a EFE el director general de Turismo de Barcelona, Mateu Hernández.

Ser la sede de una competición de este calibre, también ha significado una importante inversión de más de 1.000 millones de euros destinada principalmente a la transformación urbanística del puerto marítimo y el litoral de la ciudad, y al acondicionamiento de las 'fan zones' para todos aquellos aficionados que sigan las regatas en tierra. Aunque, por otro lado, la Copa América también ha comportado la creación de más de 19.000 puestos de trabajo y la estimación de 2,5 millones de visitantes hasta el mes de octubre, cuando finalice la prueba.

Tal y como indica Mateu Hernández, el objetivo principal pasa por seducir a futuros viajeros "apasionados del mar, de nuestra gastronomía y nuestra cultura" y convertir Barcelona en un destino turístico "maduro y de éxito".