El 1x1 del Dortmund contra el Real Madrid

El Real Madrid se proclamó campeón de Europa en Wembley con dos goles aislados que acabaron por decantar la balanza

Así hemos vivido la final de la Champions entre Real Madrid y Dortmund, en SPORT

REAL MADRID / BORUSSIA DORTMUND

REAL MADRID / BORUSSIA DORTMUND

Alguer Tulleuda Bonifacio

Alguer Tulleuda Bonifacio

El Real Madrid es campeón de Europa. La historia interminable se repitió en Wembley a pesar del gran partido del Dortmund, que nada pudo hacer para parar la mística madridista en la competición europea.

Los madridistas levantan su decimoquinta Copa de Europa después de un partido muy igualado que el Dortmund tuvo en sus manos en muchas ocasiones. La primera mitad fue alemana, aunque en la segunda el Madrid exhibió su infinita experiencia para conquistar la Champions.

Once titular

Kobel (6) - Desportegido. Nada pudo hacer para evitar los dos tantos de la victoria del Real Madrid. Fue prácticamente un espectador hasta entonces, aunque la mística madridista acabó por decantar la balanza en contra.

Ryerson (5) - Impreciso. El eslabón débil de la defensa del Dortmund. Las cabalgadas de Vinicius por banda acabaron por destrozar al lateral noruego, que poco pudo hacer contra el brasileño.

Hummels (8) - Capitán. Emocionante el partido que se marcó el central alemán en Wembley. Exhibió coraje, fuerza, liderazgo... su demostración defensiva en la gran final de la Champions fortifició al equipo alemán, que se agarró a sus milagros en defensa para sostener el partido hasta el final.

Schlotterbeck (7) - Káiser. Partidazo con mayúsculas el que completó el central alemán contra el rival más complicado posible. Su tándem con Hummels ha sido una de las claves del equipo en toda la competición. Recibió una amonestación por protestar una acción en la primera mitad... qué fácil es arbitrar para algunos.

Maatsen (6) - Atacante. El lateral acabó siendo uno de los jugadores más destacados del equipo en ataque. Con una personalidad desbordante como si no le importara el escenario en el que se había presentado, el neerlandés demostró todas sus cualidades en Wembley.

Emre Can (6) - Muro. Se mostró sólido durante todo el partido, aunque una acción en la primera parte le dejó renqueante para el resto de la final. Acabó siendo superado en la segunda mitad cuando empezaron a fallar las piernas.

Sabitzer (6) - Pulmón. Se movió de arriba a abajo abarcando todo el campo. Su trabajo en las sombras sostuvo al equipo cuando más lo necesitaba, aunque se hundió junto con su equipo en la segunda mitad.

Sancho (5) - Deslucido. Se esperaba mucho más de la gran estrella del Dortmund en Wembley. Sin la chispa que le caracteriza, Sancho estuvo impreciso en sus intentos de desatascar la defensa madridista.

Brandt (6) - Solidario. Se multiplicó para dar apoyos a sus compañeros, aunque no acabó de ser decisivo en tres cuartos de campo. El equipo echó de menos su creatividad para poder obrar el milagro en Wembley.

Adeyemi (5) - Acelerado. La final pasó por sus botas cuando se quedó mano a mano contra Courtois. Desaprovechó la ocasión más clara del encuentro, aunque el resto de su partido no fue mucho mejor. Perdió balones absurdos por ir demasiado acelerado, así que se acabó marchando por Marco Reus en el tramo final del partido.

Füllkrug (6) - Desacertado. No estuvo acertado haciendo el único trabajo que se le pedía: marcar goles. Estrelló un balón al palo, aunque tuvo otras ocasiones que acabó desbaratando Courtois de manera milagrosa. Le ganó el salto Carvajal en el córner que abrió la lata para el Real Madrid...

Suplentes

Reus (6) - Leyenda. Entró en la segunda mitad para poner cierre a su etapa legendaria con el Dortmund. No pudo obrar el milagro, aunque su legado es imborrable en el club.

Malen (5) - Errático. Entró para regalar un balón franco a Bellingham, que asistió a Vinicius para el segundo tanto del Real Madrid.

Haller (5) - Testimonial. No pudo aportar mucho cuando entró con un partido que estaba ya decidido de antemano.

Jamie Bynoe-Gittens (sc). Sin tiempo. Entró en el minuto 87, ya sin tiempo para cambiar el signo del partido.