Tres niños prodigio y una columna vertebral diferencial

Tres canteranos de 17 años 'made in La Masia' marcan la pauta en el Barça de Flick. Pau Cubarsí en la defensa, Marc Bernal en el centro del campo y Lamine en ataque cuajaron un gran partido en el triunfo contra el Athletic Club (2-1).

Cubarsí, Bernal y Lamine, tres titulares menores de edad

Cubarsí, Bernal y Lamine, tres titulares menores de edad / Javier Ferrándiz

Jaume Marcet

Jaume Marcet

No pueden votar ni conducir pero marcan las diferencias en el Barça. Son menores de edad en la vida normal pero en el césped son titanes que lucen a la altura de los cracks consagrados. La generación del 2007 es una de las más especiales que ha surgido nunca en La Masia. El impacto en el primer equipo de Cubarsí, Bernal y Lamine no tiene precedentes.

Son tres menores de edad que mandan y gobiernan en su zona con una autoridad impropia de tres juveniles de segundo año. Su evolución natural sería estar entre el Juvenil B y Juvenil A pero Flick los ve preparados para asumir la responsabilidad de ser titulares en todo un primer equipo del Barça.

Xavi Hernández quedó prendado del talento superlativo de Lamine que, con 15 años, le dio la oportunidad de debutar en el Camp Nou. El de Rocafonda deslumbró en el Gamper y con solo 16 años se ganó la titularidad en el primer equipo blaugrana y con la selección española.

Lamine Yamal se saluda con Hansi Flick

Lamine Yamal se saluda con Hansi Flick / Javi Ferrándiz

Unos meses más tarde Cubarsí irrumpió con fuerza y rompió todos los moldes que dibujan a un central experto como la base de un equipo competitivo. Un jugador puede ser casualidad, dos fortuna pero cuando llega un tercero ya es algo serio.

Esta pretemporada ha sido la de Marc Bernal. Flick ha encontrado el mediocentro que Xavi buscó sin éxito el pasado curso para suplir a Busquets. Son tres discípulos de la mejor academia del mundo.

Tres hijos futbolísticos de La Masia que han crecido juntos en las categorías inferiores del Barça y que ahora comandan la defensa, centro del campo y ataque del conjunto barcelonista. Se han ganado el respeto por su humildad, carácter competitivo y atrevimiento para lucir unas cualidades técnicas espectaculares.

El primer generador de juego

El mejor elogio al partido de Cubarsí contra el Athletic Club lo dio Ernesto Valverde: "intentamos presionar al Barça y que no jugara desde atrás pero fue imposible porque Cubarsí no falló un pase". El entrenador del conjunto bilbaíno erró por muy poco. Pau acertó 82 de los 88 pases que intentó, lo que supone un 93% de acierto.

En muchos casos los pases acertados de un central tienen una dificultad relativa porque suelen ser pases de seguridad pero en el caso del central de Estanyol su visión de juego le permite arriesgar y en la segunda jornada del campeonato completó 14 pases que rompen líneas.

Lamine Yamal y Pau Cubarsí

Lamine Yamal y Pau Cubarsí / EFE

Son pases de una precisión tremenda que permiten al equipo avanzar de una manera tan vistosa como efectiva. Al margen de la acción del penalti, Cubarsí estuvo impecable en defensa y volvió a entenderse a las mil maravillas con Iñigo. Después de ser un descarte de última hora para la Eurocopa y colgarse la medalla de oro en los JJO de París, el gerundense parece decidido a ser un pilar del Barça de Flick.

El equilibrio estaba en casa

En el siempre complejo entorno del Barça había este verano una opinión de consenso, una de esas ideas que se repiten en los medios, redes sociales y hasta en los bares. El Barça tenía que fichar si o si a un pivote. Hasta que llegó Flick y analizó con la dirección deportiva a los jugadores del primer equipo y del filial y lo tuvo claro.

La solución era Marc Bernal. La pareja que ha formado durante la pretemporada con Casadó ha sido estructural y clave para dotar de solidez al equipo. Flick cree firmemente en el de Berga y aunque un error suyo en el Gamper costó un gol, el alemán le dio la batuta del equipo en Mestalla.

Marc Bernal fue titular contra el Mónaco

Marc Bernal fue titular contra el Mónaco / Dani Barbeito

Contra el Valencia, Bernal cumplió con creces y ante el Athletic se salió con una primera parte para enmarcar. De los 53 pases que repartió solo erró dos, acertando un 96% de los pases ejecutados. Más allá del acierto, el potente centrocampista de Berga destaca por su tranquilidad, sencillez y rigor para ejercer su doble función de organizador con balón y equilibrador en la fase defensiva del juego.

Lamine y Bernal celebran con Lewi y Koundé un gol contra el Athletic

Lamine y Bernal celebran con Lewi y Koundé un gol contra el Athletic / Javier Ferrándiz

Bernal rezuma inteligencia en todas sus decisiones. Los zurdos suelen ser geniales y explosivos pero con un punto de imprevisibilidad y anarquía que está a las antípodas de este mediocentro. Bernal tiene la pausa de los elegidos para decidir bien y una pierna izquierda deliciosa que cuando pueda acercarse más al área será una amenaza gracias a su capacidad para rematar y llegar desde atrás.

Magia y desequilibrio

Si Cubarsí es el inicio de todo y Bernal el faro en el centro del campo, todo se desatasca arriba con Lamine Yamal. La afición está entregada con un talento que solo puede surgir de La Masia. El de Rocafonda es una mezcla perfecta de jugador de calle y futbolista académico. Regatea y se la juega pero apenas pierde balones. Es atrevido y descarado pero también pulcro y reposado con el balón. Es vertical pero a la vez sabe proteger y conservar el balón.

Su golazo contra el Athletic define su clase innata y a este primer gol hay que sumarle la asistencia que le regaló en Mestalla a Lewandowski. Con la Eurocopa como primer título en su palmarés, esta temporada es la de su consolidación. Sigue siendo insultantemente joven pero con un bagaje que le ayuda a seguir creciendo.

Lamine, justo antes, de su golazo al Athletic Club

Lamine, justo antes, de su golazo al Athletic Club / Javier Ferrándiz

Lamine es la bandera de una generación única, una quinta 100% forjada en La Masia que ha levantado el estado de ánimo de una afición que quiere agarrarse a unos niños prodigio a los que no les tiembla el pulso para sentar cátedra en cada partido. Flick los tendrá que proteger y gestionar pero el futuro del Barça está en sus pies.