Territorio Valverde

Fue el gran vencedor del clásico. Ernesto Valverde afrontaba el partido con la losa aún que significaba el varapalo en la Supercopa de España. Su trayectoria desde entonces había sido ascendente, pero faltaba pasar otra vez la prueba del Bernabéu y la superó con matrícula de honor. El Barça dio un golpe que puede ser definitivo en la Liga y su planteamiento dejó en evidencia al Real Madrid de Zinedine Zidane.

Valverde pensó en el partido en toda su extensión. La clave era resistir en el primer tiempo y en la segunda aprovechar el cansancio blanco subiendo líneas, situando al Madrid en su propio campo. Sergi Roberto se incorporó más al centro del campo buscando superioridades y el Madrid fue reculando con un Kovacic cada vez más pegado a Casemiro. El equipo se hizo con el control y a la vez que Busquets recuperaba la precisión, el equipo se impuso con claridad.

El técnico extremeño hizo valer su experiencia ante un Zidane nervioso que prescindió de su futbolista con más clase, Isco, y acabó jugando a remolque del Barça. Valverde estuvo sereno, como siempre muestra en el banquillo, no se alteró en los momentos de mayor presión blanca y los ajustes en el descanso fueron suficientes para asestar un golpe prácticamente letal a la Liga.

Invicto

El triunfo sitúa al conjunto de Valverde al nivel de los dos Barça más poderosos en la Liga de los últimos tiempos. El conjunto barcelonista ha sobrepasado la jornada 17 sin conocer la derrota, una circunstancia que no se daba desde la temporada 2009-10, con Pep Guardiola, y la 2012-13, con Tito Vilanova. El Barça acabó campeón en ambas ocasiones con los históricos 99 y 100 puntos, respectivamente.

El equipo solo ha dejado escapar tres empates en el campeonato liguero, en Valencia y el Calderón, así como en el Camp Nou frente al Celta. Precisamente, otro dato para el optimismo es que el cuadro blaugrana ya ha visitado la mayoría de feudos más complicados. De los seis primeros clasificados, únicamente le queda por visitar el Sánchez Pizjuán.

Giro de la Supercopa

Valverde ha solidificado su proyecto a base de dotar al equipo de automatismos para que se sintiera más seguro. La Supercopa de España ante el Madrid en verano evidenció que el equipo no podía seguir jugando a tumba abierta, como ocurrió en la época Luis Enrique. Era necesaria más pausa, más control y que los futbolistas volvieran sentirse cómodos.

Valverde decidió jugar en los partidos grandes con un 4-4-2 con el que se perdió vistosidad, pero el equipo ganó en confianza viendo que era mucho menos vulnerable. Superada esta etapa y con la  tranquilidad de los resultados, el Barça puede destaparse mucho más en la segunda vuelta, al estilo de la segunda parte en el Bernabéu.

El técnico sabe que la recuperación de Dembélé le dara una gran alternativa en ataque para recuperar el 4-3-3. Los futbolistas creen en Valverde. Su trato cercano les ha convencido y sus decisiones, tambié