¿Por qué Neymar o Joao Félix son tan relevantes para el Barça?

Recuperar a NeymarJr. por una temporada (la que coincide con el exilio a Montjuïc que tanto fastidia al soci) cedido por el Al-Hilal saudí era una muy buena operación, deportiva, económica y social. El Barça la trabajó durante meses con muchísima discreción (fue SPORT quien la desveló) y saldrá de ella sin ningún rasguño ni efecto colateral.

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El brasileño, que estaba muy ilusionado ante la posibilidad real de volver a vestirse de blaugrana, no venía a liderar el proyecto sino a ser la guinda en este proceso de reconstrucción que, deportivamente, va muy bien encaminado. Su rol estaba perfectamente definido. Tenía que centrarse en aquello que para muchos es imposible y para él es algo natural: ser genuino y hacer de Neymar con todo el argumentario que conlleva.

El club, con buen criterio, entendió que, en un curso en el que el Camp Nou está inhábil, era necesaria la presencia de un súper astro mediático para zarandear el entorno y el propio equipo, y recuperar presencia mediática global. Era, de hecho, lo que el Barça hubiera deseado con el ‘last dance’ de Leo Messi.

 Un buen equipo como es el Barça actual, que trituró al Madrid en Liga y Supercopa la temporada pasada, lo sería aún mejor con alguien que aportara irreverencia, liderazgo natural y pimienta en cada una de sus acciones. Esto quedó patente en la última media hora en la guerra de Getafe cuando se jugó diez contra diez.

Y si alguien piensa que para esto ya estaba el Dembélé se equivoca radicalmente. El desertor francés, que se ha ganado a pulso la etiqueta de ser uno de los peores fichajes de la historia del club, vivió seis años en su burbuja, inconexo a la realidad y a las palpitaciones de la ciudad de Barcelona y del propio Barça.

‘Ney’ no vendrá. Y el plan ‘B’ es otro futbolista con un perfil futbolístico muy diferente, como es Joao Félix, que tiene calidad y rebeldía para dejar de hacer de Peter Pan y, a sus 23 años, explotar para presentar su candidatura a extra clase.

E lBarça tiene la obligación de escudriñar oportunidades de mercado, como lo era Neymar y ahora lo es el delantero portugués a quien el Cholo y el Metropolitano han sentenciado, para inyectar valor añadido. Y, lo mejor de todo, es que en los dos casos estamos hablando de una cesión.

El Atleti está en una situación de debilidad absoluta con el luso porque se lo tiene que sacar de encima. Hay que aprovecharlo, porque la sensación generalizada que hay desde la ida y la vuelta de Griezmann es que los colchoneros se han reído del Barcelona los últimos años.