Historia SPORT
Mestalla fue la tumba del 3-4-3 de Setién
El cántabro llegó al Barça con un sistema de tres centrales, con muchos matices, como el actual... pero le duró dos partidos
Los futbolistas no asimilaron un cambio tan grande en aquel momento y Setién decidió recular tras un doloroso KO en Valencia
El fútbol da muchas vueltas y el sistema de tres centrales, con el que el Barça ha navegado a velocidad de crucero hasta el inesperado tropiezo ante el Granada, es el mismo -con muchos matices, claro- que probó sin ninguna fortuna Quique Setién la temporada pasada solo aterrizar en el banquillo azulgrana. Pero el cántabro se la 'pegó' y de qué manera, en Mestalla, donde vuelve este domingo el cuadro catalán, ahora con Ronald Koeman al frente.
Quique Setién relevó a Ernesto Valverde tras caer el Barça en la Supercopa de España y el 4-3-3 que tan ligado iba al ADN azulgrana en los últimos años se borró de un plumazo. Puso defensa de cuatro en el primer partido, victoria mínima al Granada (1-0) en el Camp Nou donde ya comenzó a experimentar, pero sorprendió con tres centrales en la visita copera a Ibiza -victoria por 1-2 en el último minuto-. En Mestalla, Sergi Roberto, Piqué y Umtiti fueron los centrales, con Jordi Alba de carrilero por la izquierda y no se sabía muy bien si De Jong o Ansu Fati por la derecha. Por momentos, era un 3-4-3, por otros, el 3-5-2 con Griezmann y Messi arriba. Y eso en estático. En movimiento, muchas cuestiones que asimilar en muy poco tiempo, posiciones que se intercambiaban...
Los futbolistas se bloquearon. Maxi Gómez se merendó a los azulgranas y se erigió en protagonista al firmar un doblete. Fue muy doloroso. Durante la semana, muchas conversaciones sobre el césped de la Ciutat Esportiva. Setién tuvo la virtud de escuchar. Aparcó su pretensión inicial y en el partido copero entre semana ante el Leganés regresó al tradicional 4-3-3. Los azulgranas le endosaron una 'manita' a los 'pepineros'.
Consenso y naturalidad con Koeman
A Setién le costó mucho imponer sus ideas y se fue por la puerta de atrás y con un devastador 2-8 ante el Bayern de Munich. Ronald Koeman, en cambio, lo ha tenido más fácil. Empezó con el 4-2-3-1, pasó al 4-3-3, ahora el 3-5-2... pero todo con mayor naturalidad y consenso con los futbolistas, que le han arropado en todo momento en sus decisiones.
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