La Masia, así se llega al éxito

El éxito del modelo de La Masia tiene muchos factores. El trabajo actual de los responsables de la cantera blaugrana sigue la línea marcada desde hace décadas con un cuidado especial en los detalles. El fútbol base del Barça es admirado en el mundo del fútbol por los futbolistas brillantes que aporta al primer equipo del Barça. Un éxito que es consecuencia de un trabajo bien pensado y ejecutado.

Los 10 nuevos prodigios de La Masia que aseguran el relevo

La captación, los formadores, la estructura técnica, la competición y las instalaciones son cinco de las claves del éxito del mejor fútbol base del mundo.

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La captación

Es la base de todo. Descubrir los mejores jugadores e incorporarlos al fútbol formativo cuanto antes mejor es una de las patas incuestionables del éxito del modelo de La Masia. Sin buenos jugadores, la formación y la metodología del club sería del todo insuficiente para proyectar jugadores preparados para saltar al primer equipo

El Barça es pionero en detectar el talento lo antes posible para poder moldearlo en un estilo de juego concreto. La captación empieza con los niños de 6 y 7 años, ya que uno de los grandes retos de cada temporada es configurar una plantilla del prebenjamín de gran nivel.

Acertar con la selección de los prebenjamines ahorra tener que reforzar cada temporada una generación que pueda ir creciendo con una base que sobreviva todos los controles de calidad y cortes inevitables en cada salto de categoría.

Un buen ejemplo fue el Prebenjamín de la temporada 2013-14. En aquel equipo de jugadores del 2006, Héctor Fort y Marc Guiu han debutado en el primer equipo mientras que Alexis Olmedo, Pau Prim y Arnau Pradas están a las órdenes de Albert Sánchez en el filial. Conseguir que cinco de diez futbolistas de aquella generación superen todas las cribas es un éxito de club enorme.

La red de observadores del Barça repartidos por toda Catalunya rastrean el mercado de jugadores interesantes que puedan surgir de cualquier club. No basta con fijarse en clubs importantes. El ejemplo de Lamine Yamal captado del modesto La Torreta explica el trabajo de los técnicos en estas categorías. Detectar el talento es un trabajo colectivo en el que participan los ojeadores, entrenadores, coordinadores y también los clubs colaboradores del Barça que avisan de los jugadores con potencial para jugar en el Barça.

Un concepto que marca la diferencia es que el Barça observa a los jugadores con una mirada a medio y largo plazo. No se trata de descubrir al futbolista que más destaca en su categoría. La clave está en detectar el talento que pueda explotar en el contexto Barça y que, a menudo, está escondido por el condicionante del físico. El desarrollo prematuro o tardío de los futbolistas en las categorías infantiles y cadetes distorsiona el rendimiento y es un factor que engaña para valorar el rendimiento a futuro del jugador.

En este aspecto el Barça intenta captar los futbolistas que den señales de una inteligencia y calidad que pueda explotar con los años, más allá del rendimiento inmediato que el niño en cuestión pueda ofrecer en su categoría.

Los formadores

Una vez detectado y captado el futbolista con potencial para jugar en el Barça después hay que trabajarlo, pulirlo y mejorarlo con mimo y paciencia. Esta es la tarea de los formadores del club. Los entrenadores en las categorías inferiores del Barça tienen la prioridad de mejorar a todos sus futbolistas y prepararlos para el cambio de categoría para el curso siguiente. Se trata de encontrar el equilibrio entre lograr un buen juego, competir acorde al prestigio del Barça y lograr pulir a las promesas en todos los aspectos del juego.

No se trata de incidir en exceso en corregir los defectos, sino en potenciar las virtudes y explotar al máximo las cualidades de cada jugador. Para ello es importante que el jugador muestre buena predisposición y ganas de superarse a sí mismo. Todo ello va acompañado de una metodología en la que el balón es el centro de todo.

Los entrenamientos tienen a la pelota como eje vertebrador y en los partidos se ejecuta todo lo practicado durante la semana. Entrenadores como Jordi Pérez o Juanan Gil marcan la pauta por su amplia experiencia en el club en el fútbol-7 mientras que en el fútbol-11 David Sánchez es un ejemplo de hombre de club con más de una década promocionando a los canteranos.

El club apuesta también por promocionar a los segundos entrenadores que demuestran compromiso y conocimientos. Si en la temporada pasada Arnau Blanco y Pere Olivé dieron un salto importante, en este curso han seguido su ejemplo Albert Sánchez, Cesc Bosch y Adrià Monrás. Todos ellos priorizan el crecimiento de los jugadores a su ego como técnicos y se les valora más su capacidad para desarrollar a los futbolistas que los resultados cosechados.

Una estructura técnica eficaz

Los entrenadores tienen que reportar a diario con los coordinadores del fútbol-11 y fútbol-7. Marc Serra coordina los ocho equipos de fútbol-7 además del conjunto Sub-12 que esta temporada pasará a competir en categoría infantil. Sergi Milá es el coordinador del fútbol-11 que engloba a seis equipos (Sub-13, Sub-14, Cadete B, Cadete A, Juvenil B y Juvenil A).

Serra llegó al Barça en el 2010 de la mano de Albert Puig mientras que Sergi Milà acumula 23 años dedicado a trabajar en todas las categorías del fútbol formativo del club. Los dos cuentan con el máximo respaldo y confianza total de Jose Ramon Alexanko y Toni Hernández.

Alexanko, capitán del Barça que ganó la primera Copa de Europa en Wembley, es el director del fútbol base y Toni ejerce como su colaborador más estrecho. Las decisiones se toman de manera conjunta, pero la sintonía es positiva, ya que todos ellos coinciden en mantener y potenciar una línea positiva para la cantera blaugrana.

Alexanko tiene la última palabra en las decisiones importantes, pero el vasco delega en sus colaboradores en tareas propias del día a día y la relación con los agentes y familiares de los jugadores. La relación fluida de Alexanko con el director técnico Deco y el director de scouting Paulo Araujo es clave para definir y planificar las plantillas del Barça Atlètic y el Juvenil A dos equipos que tienen como misión prioritaria suministrar jugadores para el primer equipo tanto para los entrenamientos como para los partidos.

En toda esta estructura se evita la lucha de personalismos para adjudicarse medallas o reproches en función de los aciertos y errores cometidos en las decisiones de incorporar jugadores. El que ficha es el club y no una u otra persona concreta.

La competición ayuda a formar

El dilema entre la formación y la competición no existe en el seno de la familia del fútbol base del Barça. Formar jugadores es la prioridad y ganar partidos y títulos es la consecuencia del trabajo bien hecho.

Los responsables se fijan mucho más en el proceso diario con los entrenamientos y partidos que en los resultados. A pesar de todo, la exigencia del Barça y el hecho de contar con grandes futbolistas comporta que en todas las categorías el Barça luche por acabar lo más arriba posible.

En cualquier caso, la competición es un estímulo para que los jugadores tengan que esforzarse y darlo todo y como consecuencia no solo consiguen resultados exitosos sino que logran desarrollarse y mejorar.

En algunas competiciones, especialmente en el fútbol-7, los equipos del Barça suelen ganar por goleada, pero la disputa de torneos a lo largo de todo el curso sirve de termómetro para poner en su sitio a los jugadores.

Esta temporada el club ha decidido que los jugadores que son alevines de segundo año y que forman parte del equipo Sub-12 no competirán en fútbol-7 con chicos de su edad y lo harán en categoría infantil para tener más dificultades competitivas y poder así desarrollarse mejor.

El cambio de categorías de la federación catalana llega este curso a los equipos infantiles. El Infantil B pasa a ser el equipo Sub-13 y competirán contra jugadores de su edad y el Infantil a pasa a ser el equipo Sub-14.

Unas instalaciones modélicas

El fútbol base del Barça afronta su decimonovena temporada en una Ciutat Esportiva Joan Gamper que ha ido creciendo desde que se inauguró en el 2006 bajo el primer mandato de Joan Laporta.

A los nueve campos de fútbol se ha añadido La Masia Oriol Tort y las instalaciones del área de fútbol del club. La logística para todos los futbolistas es mucho más cómoda que cuando la residencia del club estaba ubicada en La Masia de Can Planas.

Las instalaciones a nivel de campos de fútbol y vestuarios así como todo el personal técnico y auxiliares facilita cualquier detalle para que las jóvenes perlas de la cantera se preocupen solo de jugar.

Los 10 nuevos prodigios de La Masia que aseguran el relevo

Los residentes en La Masia viven alejados de sus familias, pero disponen de un equipo de profesionales que les ayudan en los estudios y en los aspectos más psicológicos y de la vida diaria. El ex jugador de balonmano del club Andrei Chepkin es el director de La Masia que cuenta con una estructura que cubre todas las necesidades de los residentes.