Lucas de Vega, más juego que números

El centrocampista brasileño, muy completo, necesita subir una marcha de intensidad para imponer sus virtudes

Arrancó el curso como titular en el filial, pero ahora ha perdido protagonismo

Así juega Lucas de Vega

Así juega Lucas de Vega / Youtube

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Xavi Hernández utilizó en la sesión de este martes a varios jugadores del Barça 'B'. Uno de ellos fue Lucas de Vega, centrocampista brasileño de 21 años. ¿Quién es Lucas de Vega? ¿Cómo juega? Intentamos acercar las prestaciones que puede dar el el joven talento, que lleva en el club desde la etapa de alevines, cuando fichó procedente de la Penya Anguera.

De Vega, nacido en Fortaleza en enero del 2000 -cumplirá 22 años-, tiene padre brasileño y madre española. El hoy azulgrana tenía solo año y medio de vida cuando abandonó Brasil para llegar a España. Probó sin suerte en el Catalonia cuando tenía seis años. Sí entró, poco después, en la Penya Anguera. Con ilusión, su siguiente paso fue intentar entrar en el fútbol base del Barça, aunque a la primera tampoco pudo ser. Pero la vida a veces da segundas oportunidades: el Barça le llamó un par de meses más tarde para decirle que lo querían incorporar para el Alevín.

INOPORTUNA LESIÓN

Tras ir escalando etapas en Can Barça, De Vega salió cedido hace dos temporadas al Cartagena, siendo parte importante en el ascenso del conjunto albinegro. El curso pasado, el primero como jugador del filial azulgrana, el brasileño alternó titularidades y suplencias hasta sufrir una lesión en el tramo final de temporada que le dejó sin poder disputar ni las últimas jornadas ni el playoff de ascenso.

CALIDAD Y GRAN LECTURA DEL JUEGO

En el presente curso, Lucas arrancó como titular pero ahora está entrando desde el banquillo para aportar frescura en la segunda mitad. Interior que puede ejercer también como falso extremo, entiende muy bien el juego y tiene mucha calidad, aunque le falta un punto de intensidad para poder sacar mayor rédito a sus virtudes. Como muchos de los centrocampistas brasileños, tiene una pausa con balón muy positiva para evitar precipitarse pero a la vez necesita en ocasiones imprimirle más velocidad o determinación a sus acciones.