La llegada menos deseada y más accidentada de Nico Williams a Barcelona

El extremo del Athletic Club llegó con retraso a Barcelona por un problema con el vuelo chárter que trasladaba al Athletic desde Bilbao. La gran estrella del conjunto de Ernesto Valverde aterrizó en Barcelona después de un verano en el que su posible fichaje por el Barça ha centrado la atención de las aficiones blaugrana y bilbaína

¡La brutal ovación de la afición del Athletic a Nico Williams! Se 'cayó' San Mamés...

¡La brutal ovación de la afición del Athletic a Nico Williams! Se 'cayó' San Mamés... / EL CHIRINGUITO

Jaume Marcet

Jaume Marcet

Como si de su fichaje se tratase, la llegada a Barcelona de Nico Williams con el Athletic también se hizo esperar más de la cuenta. Estaba previsto que la expedición del Athletic aterrizara a las siete de la tarde en el aeropuerto del Prat pero lo hizo tres horas y media más tarde a causa de un problema logístico con el vuelo. El club vasco avisó del retraso en redes sociales conscientes del interés que había despertado en Barcelona la llegada de Nico y el resto de jugadores del conjunto rojiblanco.

Se le esperaba con ilusión y muchas ganas de verlo de cerca, pero entre la afición del Barça el deseo mayoritario hubiera sido que Nico Williams aterrizase en Barcelona para fichar por el club blaugrana y lucir su fútbol junto con su amigo Lamine Yamal.

Un retraso importante

El extremo navarro llegó pasadas las once de la noche a la capital catalana procedente de Bilbao como un jugador más de un Athletic Club que busca dar la sorpresa este sábado en Montjuïc.

En un fútbol en el que el contacto cercano entre los jugadores y los futbolistas es cada vez más difícil, la cifra de aficionados que se acercaron a L'Hospitalet al hotel de concentración del Athletic para poder 'tocar' a Nico Williams y al resto de 'leones' del equipo de Valverde fue menor de lo esperado a causa del remarcable retraso del vuelo.

Algunos aficionados del Athletic esperaron con paciencia la llegada de la expedición de su equipo para que sus ídolos les firmaran autógrafos y se realizaran fotografías.

Nico se mostró atento con los fans que quisieron una firma de su ídolo. Algunos lograron que el pequeño de los Williams estamparan su firma en una camiseta de la selección española. Una firma que incluía el número 10.

Un culebrón con final infeliz

El culebrón Nico-Barça ha enfriado las conexiones entre dos clubs y aficiones que han tenido una relación con altibajos a la largo de la historia. El orgullo del aficionado vasco ha salido fortalecido manteniendo a su crack ante los insistentes cantos de sirena de un Barça que no ha logrado finalmente su objetivo. Esta decepción ha calado hondo en una una afición blaugrana proclive a la autocrítica severa y al desánimo fácil.

Juntar a Nico Williams con Lamine y Olmo era como apropiarse de la selección ganadora de la Eurocopa para plantar cara al Real Madrid neogaláctico. El joven Nico Williams no se ha decidido a dar un paso que pedía valentía para romper con su zona de confort y confianza ciega en un club inmerso en dificultades económicas.

Este 'ruido mediático' durante tantas semanas podría calentar un partido que tendrá como gran aliciente comprobar la reacción de Nico Williams si es capaz de marcar un gol y la de los aficionados culés cada vez que el extremo navarro entre en contacto con el balón.

La ilusión va por barrios

Nico ha decidido ser rival y no ídolo para una afición blaugrana que espera que los leones vuelvan a rugir con escasa fuerza cuando visitan Barcelona. El pequeño de los Williams ha jugado tres partidos en el campo del Barça y siempre ha perdido.

En estos últimos tres precedentes ni Nico ni ninguno de sus compañeros ha logrado batir a Ter Stegen mientras que el Barça ha anotado nueve goles. El Athletic, con la bandera de Nico, quiere mejorar su condición de equipo visitante y superar un handicap histórico que los de Bilbao no logran superar.