Límite salarial, una pesadilla que dura cuatro años

Por cuarta temporada consecutiva el equipo azulgrana está obligado a realizar 'malabarismos' para poder inscribir jugadores en LaLiga

Lío con el futuro de Vitor Roque

El equipo titular del Barça en el Gamper ante el AS Monaco

El equipo titular del Barça en el Gamper ante el AS Monaco / SPORT

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El FC Barcelona, por cuarta temporada consecutiva, está teniendo problemas con la inscripción de jugadores. Es una de las secuelas que dejó la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 a principios de 2020. Desde entonces, en cada mercado, la entidad azulgrana ha tenido que hacer 'malabares' económicos y deportivos para poder inscribir a los jugadores incorporados. Una pesadilla que no termina... Sin ir más lejos, a un día del debut del equipo en LaLiga 2024-25, ha podido inscribir a cuatro jugadores (Iñigo Martínez, Casadó, Pablo Torre y Pau Víctor). Sobre la bocina. Y todavía no han podido ser dados de alta Vitor Roque (tiene su futuro lejos del Barça) ni Dani Olmo (que no entrará en la convocatoria contra el Valencia por no estar en condiciones, según Hansi Flick).

Los problemas empezaron con las primeras incorporaciones de la temporada 2021-22, Memphis Depay y Eric García, que fueron inscritos después de que Gerard Piqué difiriera su salario para que el club no excediera su 'fair play' financiero. Poco después, otros capitanes, Busquets y Jordi Alba, hicieron lo mismo para que el Barça pudiera inscribir a Sergio 'Kun' Agüero a unas horas del cierro del mercado. 

En el mercado de invierno de 2022 la entidad azulgrana pudo inscribir al brasileño Dani Alves tras la baja del argentino Agüero, que renunció a su segundo año de contrato cuando le diagnosticaron una arritmia cardiaca en octubre de 2021. El delantero, en diciembre, anunció que se retiraba del fútbol profesional por cuestiones de salud.

En la temporada siguiente, uno de los casos más complejos fue el de Jules Koundé. El Barça logró inscribir al zaguero francés después de no poder darle de alta en las dos primeras jornadas de LaLiga 2022-23 al no cumplir las normas de 'fair play' financiero. Finalmente, el Barça ganó espacio salarial con la cesión de Samuel Umtiti al Lecce y a inscribir a Pablo Torre como futbolista del filial.

El poder de las 'palancas'

Ese verano, el de 2022, pudieron ser inscritos el resto de fichajes, como Lewandowski, Raphinha, Christensen, Marcos Alonso y Kessié tras activar el club tres de las famosas 'palancas': la venta de un 10% de sus derechos de televisión de LaLiga a Sixth Street en junio; la venta de otro 15% adicional de sus derechos de televisión de LaLiga a la misma compañía líder a nivel global y con gran experiencia en el mundo del deporte y medios de comunicación en julio e, igualmente, la venta del 24,5% de Barça Studios a la empresa Socios.com por un importe de 100 millones.

La temporada 2023-24 tuvieron problemas Iñigo Martínez, que solo pudo ser inscrito para ese curso pese a tener dos firmados. El defensa pudo entrar a última hora gracias a la cesión de Eric García al Girona, aunque arrastraba problemas físicos y no pudo debutar hasta la cuarta jornada, el 3 de septiembre de 2023. También tuvo problemas el brasileño Vitor Roque, que pudo incorporarse en el mercado de invierno de 2024 por la lesión de larga duración de Gavi, al acogerse el Barça al artículo 77 de LaLiga, que permite hacer uso del 80% de la ficha de un jugador lesionado por más de cuatro meses para liberar masa salarial y otorgarla a otro futbolista. Este ha sido el mecanismo que ha permitido inscribir recientemente a Iñigo Martínez para la presente temporada, aprovechando la ausencia del uruguayo Araujo, que pasó por el quirófano el 22 de julio pasado para ser intervenido de una lesión en el tendón del isquiotibial del muslo derecho.

El Barça, y concretamente su presidente, Joan Laporta, tuvo que recurrir al aval personal el pasado verano para crear margen salarial y, así, poder inscribir a los últimos jugadores que aterrizaron: Joao Cancelo y Joao Félix. En el caso del segundo, fue inscrito con el salario de 400.000 euros, pero el Control Económico de LaLiga valoraba su contrato en cuatro millones y, finalmente, esa fue la cantidad que tuvo que asumir la entidad azulgrana.