FC BARCELONA

Lamine Yamal tiene ritmo: Olmo alucina y Flick pierde (por primera vez) la compostura

Su brillante Eurocopa parece haberle impulsado a dar el salto definitivo en el Barça

FC Barcelona - Athletic | El gol de Lamine Yamal

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Hace semanas que terminó la Eurocopa, pero Lamine sigue jugando con una sonrisa contagiosa. ¿Es el mismo que la temporada pasada? Sí y no. El talento sigue ahí, y aún no tiene la mayoría de edad, pero su ascendencia se ha multiplicado. Ni rastro de la timidez del rookie ni de los gestos de algunos compañeros. Lamine juega ya sin hacer concesiones, está menos pendiente de las jerarquías y hasta se atreve a pedir más a la afición con gestos de veterano.

Ante el Athletic marcó su primer gol de la temporada y lo celebró con un baile propio de su generación, la Z, que ha crecido con los códigos de tiktok. Le acompañó Balde y lo miró de lejos Nico Williams, el otro gran protagonista del partido.

Lamine encontró un ángulo imposible y marcó con un golpeo marca de la casa. Desde las gradas lo vio Dani Olmo, aún por inscribir, que ponía cara de no creérselo junto a De Jong, uno de los lesionados que vieron el encuentro.

La celebración de Flick

También a Flick le pudo la euforia por primera vez desde que llegó al banquillo del Barça. El alemán perdió la compostura y dio un salto mientras apretaba el puño con el gol de Lamine.

El extremo volvió a enviar un guiño a Nico tras marcar. "He seguido la jugada hasta que he visto hueco. He visto un poco de espacio y he visto que venía Nico, que no es muy intenso en la defensa, y cuando he encontrado espacio, he chutado. Busco siempre el gol, los partidos se ganan con goles y cuantos más anotemos, mejor".

La frase de Lamine no sorprendió a nadie porque ya en la selección el vacile entre los dos se convirtió en una constante. El azulgrana salió mucho mejor parado en el duelo. Como ya se vio ante el Valencia, a Lamine no se le están notando el parón de las vacaciones. Es más: se nota que la Eurocopa ha supuesto un impulso definitivo de confianza. Incluso ha mejorado la conexión con Lewandoski. Peor lo pasó Nico, que sufrió para superar a un Koundé, que ya con Francia demostró estar listo para frenar al extremo.

Con solo 17 años, ya nadie discute que Lamine es el futbolista más diferencial en el Barça. Su desequilibrio también es fundamental en el Barça de Flick y su salto definitivo llegará si es capaz de acompañarlo con números goleadores de delanteros top.