La jugada que avala la decisión más difícil de Xavi en Porto

El técnico imaginó un escenario concreto sin balón y no se equivocó

Sin lesionados atrás, el egarense priorizó a Araujo y Kounde por delante de Christensen

Porto - FC Barcelona | El VAR y el gol anulado al Porto

Un penalti retirado y un gol anulado dejaron al Inter 'tocado' / TELEFONICA

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

No era nada fácil, la papeleta que tenía Xavi Hernández en la previa del Porto-Barça. El técnico azulgrana contaba con todos sus efectivos disponibles en defensa, por lo que estaba obligado a deshojar la margarita. No cabían todos y finalmente Andreas Christensen fue el elegido para quedarse en el banquillo. Cancelo y Balde son innegociables en los carriles y Xavi se decantó por la dupla Kounde-Araujo en el eje de la zaga.

Pese a las varias lesiones que tuvo el curso pasado, Christensen fue el jugador revelación. Llegado a coste cero, el danés apenas cometió errores y rápidamente se consolidó como titular indiscutible. Impecable en la salida de balón, Andreas desplazó a Kounde al carril derecho con su excelente rendimiento. En la presente temporada, pese a algunas molestias en el tendón de Aquiles, el central venía manteniendo su estatus... hasta que llegó el envite en Do Dragao.

Con Araujo ya recuperado, Xavi tenía que tomar una difícil decisión en Porto, pues tanto Cancelo como Araujo, Kounde, Christensen y Balde poseen vitola de titulares fijos. La elección fue dejar en el banquillo a Andreas. ¿Por qué? Por dos motivos.

Christensen 'perdió' a los puntos

El primero, una cuestión de estado de forma general. Kounde viene bordándolo en el centro de la defensa, sobre todo en las últimas semanas. El galo siempre pidió jugar de central y está respondiendo con grandes actuaciones. Por su parte, Araujo es capitán y su potencia y capacidad de ganar duelos le convierte en una garantía única.

El segundo motivo responde al tipo de partido que Xavi imaginó en Do Dragao. El técnico quería que su equipo se instalara en campo rival. Es decir, que defendiera muy lejos de su portería. Eso suponía dejar muchos metros a la espalda, por lo que hacía falta la mayor explosividad posible a la hora de corregir transiciones del conjunto local.

Kounde salvó al Barça de un gol cantado

Casualmente -mejor dicho, causalmente-, en el minuto 53 se produjo una jugada que pudo cambiar el signo del partido. Pepê puso la directa hacia Ter Stegen en lo que parecía un uno contra uno plácido para el delantero. Kounde arrancó muy por detrás del atacante pero le recortó metros y en última instancia evitó el tanto del empate. Fue una acción de valor gol.

Aunque el plan de partido del Barça no se aplicó a la perfección, Xavi sí tuvo precisión quirúrgica al priorizar a sus dos jugadores más explosivos atrás. Araujo y Kounde son quienes más y mejor corren hacia atrás y en el citado contragolpe quedó demostrado. Decisiones que a veces dependen de pequeños detalles también pueden acabar dando puntos al equipo.

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