Fuertes discrepancias entre la auditoría del FC Barcelona y la de LaLiga

La auditoría que la Liga de Fútbol Profesional (LFP) encargó para analizar el cierre económico del FC Barcelona de la temporada 2020-2021, realizada por la auditora catalana BDO, ha arrojado importantes discrepancias con los números presentados por la actual junta directiva azulgrana.

Recordemos que el pasado mes de octubre el CEO del FC Barcelona, en la presentación de la ‘due diligence’, afirmó que el club había heredado de la junta directiva de Josep Maria Bartomeu unas pérdidas de 487 millones de euros, siendo solamente 90 de ellas atribuidas al COVID.

Una vez tuvo conocimiento de esta auditoria Javier Tebas, el presidente de la LFP ya dijo públicamente que no se creía tales pérdidas y fue cuando solicitó al Consejo Superior de Deportes permiso para solicitar una segunda auditoría. En ese momento era un tema muy importante y relevante porque se trataba de calcular el aval que debía afrontar la junta directiva del FC Barcelona para la presente temporada 21-22, una exigencia  que ya ha caído después de que haya desaparecido la obligación de avalar el 15% del presupuesto de gastos por parte de los clubs que no son Sociedad Anónima Deportiva gracias a la última Ley de Presupuestos que ha modificado la Ley del Deporte vigente desde 1990.

Dicha auditoría, autorizada por el Consejo Superior de Deportes, fue encargada y pagada por la patronal del fútbol español ya que el organismo que preside Javier Tebas quería tener una opinión independiente sobre las cuentas consolidadas del FCB. Y aunque esa auditoría no se ha hecho pública, SPORT ha podido saber que, según el trabajo de BDO, las pérdidas del FC Barcelona de la temporada 20-21 fueron menos de la mitad de lo que afirmó el club en octubre.

Hay tres grandes partidas para llegar a esa conclusión. Los auditores de BDO opinan que no se pueden considerar como pérdidas consolidadas la depreciación de cinco jugadores de la plantilla azulgrana y que deben ser tenidas en cuenta cuando se produce dicha pérdida. De hecho, la propia empresa auditora del FC Barcelona, la multinacional EY, ya advirtió en su informe que esas pérdidas estaban sujetas “al juicio significativo por parte de la junta”. Igualmente creen que las provisiones por litigios judiciales y discrepancias de criterio con Hacienda no corresponden del todo con la realidad, máxime teniendo en cuenta que el FC Barcelona había ganado en Primera Instancia una demanda contra Neymar.

El otro punto fuerte de discrepancia está en el cálculo de las pérdidas por COVID. El FC Barcelona las tasó en unos 90 millones de euros cuando entidades de un volumen de negocio y estructura similar al club ahora presidido por Joan Laporta se acercaban a los 200 millones de euros. La LFP consideró entonces a nivel interno que era imposible que el FC Barcelona acumulara el 60% de todas las pérdidas que había sufrido el fútbol esa temporada ya que el resto de clubs juntos, los 19, sumaban 337 millones de pérdidas.