El dilema de Xavi: viajar al pasado o tirar de 'laboratorio'

El entrenador debe, ahora sí, ser más intervencionista que nunca y elegir un camino

Un hipotético regreso al 4-3-3 clásico plantearía un asterisco: ¿Quién haría de extremo izquierdo puro?

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Xavi Hernández habló sobre el momento que está atravesando el Barça / Twitter

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

Días de reflexión, los que vive Xavi. Lamentarse de lo ocurrido no sirve de nada, de ahí que el técnico esté ya centrado en lograr que el fútbol de su equipo vuelva a fluir. De las muchas preguntas que puede hacerse el egarense en su cabeza, hay una que tiene que ver con su libro de estilo. Cuando asumió el banquillo del Barça, Xavi apostó por un 4-3-3 clásico. El tiempo y las necesidades han ido variando el dibujo. Ahora, el de Terrassa debe elegir entre regresar a los orígenes -con todo lo que esto conlleva- o encerrarse en su despacho en busca de una fórmula mágica.

"Quiero jugar con extremos abiertos", manifestó Xavi durant su presentación como nuevo entrenador del Barça en noviembre de 2021. Esa era su idea y así la aplicó a principios de la pasada temporada. Dembélé en un costado y Raphinha en el otro dotaron al Barça de verticalidad y también de una alta cantidad de pérdidas. Como se dice, como más rápido ataque, más rápido te vuelve el balón.

La eliminación en Champions y el KO en el Clásico del Bernabéu llevaron al técnico a aplicar el bisturí por primera vez. El centro de gravedad volvió a una medular que se agrandó de tres a cuatro efectivos. A veces Pedri y a veces Gavi se situaron como falsos extremos en la izquierda. El retoque funcionó y se consolidó tras derrotar al Real Madrid en la final de la Supercopa de España.

Del 4-3-3 clásico al cuadrado pasando por el falso extremo

Este verano, las salidas de Dembélé, Ansu y Abde y la llegada de Joao Félix provocaron una nueva vuelta de tuerca al dibujo. El perfil del luso lo aprovechó Xavi para decantarse por un cuadrado en la medular en el que el portugués ocupa el vértice izquierdo. Joao abandona la cal por tendencia natural y la profundidad en el carril corre a cargo de Balde.

A pesar de que el equipo ha hecho varios partidos vistosos esta temporada, en algunos envites ya se detectó cierta falta de fluidez con la posesión. Los últimos envites frente a Real Sociedad y Shakhtar han acentuado dicha sensación y, además, han evidenciado desajustes en la presión. Es ahora cuando Xavi debe tomar una decisión.

Xavi, en busca de la fórmula para salir del bache

Xavi, en busca de la fórmula para salir del bache / SPORT

Una apuesta por el regreso a los orígenes implicaría tratar de reinstaurar el 4-3-3 clásico. Más sencillez, un pivote único y de nuevo más protagonismo para los extremos. El problema de ese camino es que, ahora mismo, en la plantilla no hay nadie que pueda aportar profundidad en la izquierda. Ferran, Raphinha y Lamine responden mucho mejor en la derecha, mientras que Joao Félix parte de la banda pero se va hacia el centro. Es cerca del '9' donde el portugués se siente más cómodo.

¿Experimentar o fortalecer aspectos desatendidos?

La alternativa del técnico pasa por acumular horas en su despacho en busca de una fórmula nueva. Quizá no a la hora de etiquetar el sistema, pues Xavi siempre comenta que el llamar 4-3-3, 4-4-2, 3-4-3 o lo que sea a sus alineaciones es una cosa más de los medios que una realidad. Pero sí a la hora de encontrar un encaje que permita resaltar las virtudes de sus pupilos, sobre todo los del apartado ofensivo. ¿Podría ser una opción recuperar la figura del mediapunta? ¿Es momento de probar con dos hombres en el área? Todas esas cuestiones y muchas más son las que debe valorar el técnico, que es quien más sabe.

Lo que sí parece claro es que, igual que hizo varias veces a lo largo de estos dos años, Xavi debe intervenir para redefinir los puntos estructurales de su manual. Puede volver a los orígenes fortaleciendo aspectos desatendidos o apostar por algo nuevo. Lo segundo resultaría más atrevido, pues requeriría tiempo para que la plantilla absorbiera nuevos automatismos. Pero, a la vez, todo lo probado hasta la fecha ha dado ciertos resultados pero no la excelencia anhelada. Difícil decisión.