Clases de refuerzo a la vista para volver a los orígenes

El cuerpo técnico cree que se han desajustado mecanismos en la presión tras pérdida

Tanto Real Sociedad como Shakhtar superaron con facilidad la primera línea culé

Xavi Hernández, muy crítico con el equipo: "Estamos enfadados"

Tras la derrota en Hamburgo ante el Shakhtar, Xavi Hernández fue muy crítico con el equipo / Movistar

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

Ya en frío tras el batacazo en Hamburgo, en el Barça se han puesto manos a la obra para detectar problemas y desajustes. Son varios los factores que han provocado el bajón del equipo. Algunos, anímicos. Otros, físicos. Y otros, tácticos. Respecto a estos últimos hay un diagnóstico unánime: la presión en campo rival de ha desajustado y ello está haciendo sufrir al equipo más de la cuenta.

De puertas hacia dentro consideran, como ya expresó públicamente el propio Xavi, que el perder el Clásico tras hacer unos primeros 60 minutos más que notables afectó a la moral del grupo. Incluso más de lo esperado. No solo eso, sino que el grupo acusa la falta de frescura a nivel físico. En este punto del curso se han juntado varios jugadores que por culpa de las lesiones no han podido descansar y, por lo tanto, carecen de 'chispa', y otros que justo regresan de lesión y no tienen ritmo competitivo.

Pero todas esas cuestiones son secundarias si se comparan con lo que realmente marca la diferencia: el aspecto estrictamente futbolístico. Y ahí, el análisis lleva a un punto claro: con balón falta simplificar y, sin él, recuperar el orden. Cuando no se vive un momento de gran inspiración suele resultar más efectivo jugar sencillo, y eso le está faltando a un equipo que tiene mucho talento arriba pero no a ningún jugador que por sí solo sea diferencial.

El tanto del Shakhtar como claro ejemplo

Sin embargo, lo que más ha castigado ante Real Sociedad y Shakhtar es el desajuste total a la hora de presionar en campo contrario. Los rivales han superado la primera línea culé con una facilidad total y eso ha derivado en transiciones peligrosas e incluso en inferioridad numérica.

Sin ir más lejos, en el gol del Shakhtar se pudo ver a Ilkay Gündogan 'denunciando' esa falta de cordinación. El teutón abrió los brazos ante la progresión de los ucranianos esperando que sus compañeros de medular y la defensa achicaran espacios. Sin embargo, el Barça no se viene estrechando todo lo que debe cuando el oponente tiene el cuero y esos espacios entre líneas hacen sufrir más de la cuenta a la defensa.

La referencia, los primeros 60 minutos del Clásico

La presión post-pérdida era uno de los elementos más importantes para Xavi a la hora de instalar al equipo en campo rival y, en los últimos dos encuentros, esta no se ha llevado a cabo con la intensidad necesaria. El Barça sí ahogó al Real Madrid durante 60 minutos gracias, en gran medida, a que el equipo se cordinó para apretar arriba, lo que le llevó a recuperar infinidad de balones en campo rival.

Con el objetivo de regresar a los orígenes, el cuerpo técnico insistirá en dicho apartado en los próximos días para recalcar la importancia de volver a ser un bloque. Xavi quiere que su elenco recupere la colocación óptima y pedirá a la primera línea más agresividad para tratar de robar. Paralelamente, centrocampistas y zaga deberán seguir los movimientos en cadena para evitar que, en caso de ser superados, haya espacio entre líneas. Como se dice coloquialmente en el fútbol, si uno salta, todos tienen que saltar a la presión porque un solo movimiento mal hecho echa por tierra todo el trabajo.