La 'desconexión' con Gündogan

Gündogan es un jugador diferencial a todos los niveles. Desde su llegada ha demostrado que entiende a la perfección el juego, aunque el juego azulgrana, en varias ocasiones no comprenda sus intenciones. Acertado con el balón en los pies, el centrocampista no paró de buscar espacios entre la defensa que generaran situaciones distintas en ataque, pero la mayoría de estos movimientos acabaron igual: Con sus brazos en alto.

De Jong sigue hiperactivo, pero ¿funciona el cuadrado de Xavi?

Al Barça le sigue costando acostumbrarse al 4-4-2. Lewandowski reclamaba jugar con dos extremos para abrir el campo y generar más ocasiones, algo que también ayudaría a las internadas del alemán por el centro. Acostumbrado en el City a moverse con total libertad en tres cuartos de campo, la falta de dominio azulgrana en esta zona lo limita en sus funciones ofensivas.

En el pase se le pudo ver algo más errático que en sus primeros partidos en el club, pero sigue buscando acciones que permitan al equipo crear jugadas distintas a las 'establecidas'. Quedó demostrado de lo que es capaz contra el Cádiz, cuando encontró a Pedri con un pase fantástico que desencalló el partido. Ante Osasuna puso un centro tenso a la cabeza de Koundé desde el córner para que sucediera lo mismo y sumar así su segunda asistencia.

Ataque estático

Estos goles son evidencias de lo que cuesta generar y de que sigue faltando una mayor conexión entre los centrocampistas y los delanteros, siendo en muchas ocasiones un ataque demasiado estático que permite al rival replegarse con facilidad.

En el Sadar, solo alguna internada de Lamine Yamal acercó a los de Xavi al gol en la primera mitad, pero el extremo estuvo muy vigilado, incluso con doble marca, durante todo el partido. Viendo el encuentro, da la sensación de que como espectador sabes donde irán los pases del equipo una vez traspasan la línea del centro del campo.

'Solo' alguna conducción de De Jong, el MVP del partido de ayer, sorprendió a los de Arrasate. Lewandowski se situó peligrosamente cerca del fuera de juego durante todo el partido, pero en unos metros estaba Gündogan buscando el espacio sin suerte.

Al Barça le costó muchísimo hacerse con el control del partido. Osasuna jugó sus cartas y durante varios tramos recuperó con facilidad y tocó a su antojo en el centro del campo. Llega el parón de selecciones y Xavi tiene dos semanas para descubrir que está 'fallando' en este arranque de curso.