Dembélé se lució ante su rival preferido

Esta vez no le marcó, pero fue el jugador que hizo más daño al Sevilla con sus arrancadas

Inició el primer gol, estuvo participativo, incluso enérgico, viendo su segunda tarjeta en la Liga

Dembélé celebra con Raphinha el priemr gol del Barça ante el Sevilla

Dembélé celebra con Raphinha el priemr gol del Barça ante el Sevilla / David Ramírez

Jordi Gil

Jordi Gil

El Sevilla es un equipo que tradicionalmente se le ha dado muy bien a Ousmane Dembélé. En el Sánchez Pizjuán lo volvió a demostrar. Es el equipo al que le ha marcado más goles de su carrera, con cuatro, y aunque no vio puerta fue uno de los grandes artífices de la victoria blaugrana.

Escorado a la izquierda, fue el primero en probar a Bono con un disparo flojo a los cinco minutos. Dembélé estaba motivado, probó sus regates desde el inicio y corrió hacia atrás para recuperar. Su intensidad le llevó a ver una tarjeta amarilla a los 8 minutos, la segunda ya en la Liga, por cortar una contra. Mateu Lahoz no lo perdonó, el mismo colegiado que en la temporada 2019-20 lo expulsó en el Camp Nou por protestar precisamente también ante el Sevilla.

Arrancada para el gol

Ousmane estaba con ganas, daba instrucciones a sus compañeros, incluso al capitán Busquets con cierta vehemencia, y de sus botas partió el primer gol del partido. Sergio esta vez vio su desmarque, se marchó por velocidad, cedió a Lewandowski, quien picó por encima de Bono y el balón salvado en la línea fue cabeceado a la red por Raphinha.

Después de estar en el origen del gol le apetecía marcar uno propio. A la media hora de juego lo intentó con un zurdazo que se le marchó alto, pero mucho más clamorosa fue su ocasión en el descuento del primer tiempo. Arrancó la moto en una contra y, aunque tenía un pase claro para Lewandowski, finalizó la jugada con una picada ante Bono que se marchó desviado. Su elección no fue la mejor con 'Lewa' en clara disposición de marcar y se perdió la ocasión de sentenciar el partido antes del descanso.

Reservado

En la segunda parte no se enganchó tanto a la izquierda y se fue más para el centro. Quería el gol, su quinto al Sevilla, pero no llegó. Su oportunidad llegó con un pase atrás de Raphinha y un trallazo a las nubes del galo.

El tanto hubiera sido la guinda, aunque no era necesario. Xavi Hernández pensó en la Champions del miércoles ante el Viktoria y lo cambió en el minuto 63 por Ferran Torres. Dembélé había desequilibrado y marcado las diferencias como se espera de él.