Mateu, protagonista: Sus aciertos y errores en el Sevilla-Barça

El balón no llevaba ni cinco minutos rodando, y Antonio Mateu Lahoz ya era uno de los nombres más sonados en las redes sociales. El árbitro del Sevilla - FC Barcelona ya debía conocer que su nombre estaría en boca de todos cuando recibió la designación, pero no falló en su cita con el espectáculo.

Mateu Lahoz ya es un colegiado que, por su forma de ser, se ha ganado seguidores y detractores.

La primera acción que tuvo Mateu en el Sánchez Pizjuán fue un choque con Sergio Busquets, justo en el balón del área azulgrana, que daba un balón franco al Sevilla para marcar gol. Realmente, Mateu no tenía que haber parado el juego ya que el balón no le tocó, pero decidió no darle continuidad al juego y concedió un balón a tierra al Barça.

Algo más tarde, la primera jugada polémica llegó en el área del Sevilla, con Robert Lewandowski como protagonista. El delantero del Barça se introdujo en la zona de los 16,5 metros, con el balón controlado, y entre Isco y Acuña le intentaron tapar. Éste último, igual con más fuerza que oficio, haciéndole caer. Mateu, en la frontal y con su calma habitual, decidió que no había nada que sancionar, pero los culés pedían penalti de manera insistente.

Después, un gol anulado al Sevilla por fuera de juego no era lo que llamó la atención a Mateu Lahoz en ese instante. Justo tras señalar la infracción, el árbitro, de manera instantánea, realizó un sprint hacia el banquillo del Barça para amonestar a un miembro del cuerpo técnico azulgrana, que había protestado ostensiblemente una acción anterior.

El colegiado quiso dejar claro que no dejaría pasar ni una, y algunos lo acecharon al protagonismo que ya había adquirido en los primeros minutos de partido. Las redes poco tardaron en hacer trending topic el nombre del conocido árbitro, también por su criterio en las faltas y en las tarjetas.

A la media hora de choque, otra acción que dio de qué hablar. Un segundo balón sobre el campo que no influía en el juego fue golpeado por Balde hacia la zona en la que estaba el esférico con el que se jugaba, aunque nunca llegó y se fue hacia detrás de la línea de banda. Cuando el juego se paró, el colegiado le mostró la amarilla a Gavi por la acción.