En el corazón de Limak, la empresa que construye el Spotify Camp Nou

Fue en 1976 cuando dos amigos que cursaron juntos estudios de ingeniería en Gazi University fundaron Limak Group, la empresa que ha asumido la reforma del Camp Nou. Cinco décadas después, Nihat Özemir y Sezai Becaksiz son de las personas más ricas de Turquía y presentes en la lista de billonarios de la lista de Forbes. Hoy han dejado la empresa a manos de sus hijos, aunque ellos siguen muy presentes en la empresa, con un rol diferente al que tenían hace unos años. A sus 73 años, han dado el relevo en la gestión de una empresa que nació de la nada y que se ha convertido en la segunda constructora más grande de Turquía y la número 50 del mundo.

Haldun Firat, CEO de Limak Constructions: “Instalar la cubierta es el principal reto de las obras del Camp Nou”

En realidad, hoy Limak no es solo una constructora, sino que ha diversificado su apuesta empresarial en el sector de la energía, de las infrastructuras, de la distribución, de la comida y bebidas, de la aviación, del cemento y del turismo. Las diferentes ramas son lideradas por alguno de los cuatro hijos que poseen el 25% de las acciones total del grupo de la misma manera que se lo repartieron sus padres.

Ebru Özemir, la única mujer de los cuatro y actual presidenta del Holding, se presenta al encuentro con diferentes medios de comunicación europeos acompañado de su padre, quien da la bienvenida y deja en manos de ella la visita a la empresa, las explicaciones sobre el estado de las obras del Camp Nou y de las muchas otras obras que tienen en marcha que le permiten estar presentes en 14 países diferentes a la vez. “Esto nos obliga a viajar mucho” dice Ebru. “Venga, que tenemos muchas cosas que contarles”, dice esta mujer que no tiene tiempo para formalismos, a los que deja de inmediato a un lado para abrir fuego en la explicación de la creación, el funcionamiento y el ADN de la misma.

El Camp Nou, la estrella

Pronto sale el Camp Nou de por medio “porque es un proyecto que nos emociona mucho”. Repasa las obras que tiene ahora iniciadas de la misma manera y recalca que uno de los valores que caracterizan la empresa es su rapidez. Y pone ejemplos, el segundo aeropuerto de Estambul se construyó en año y medio, el de Kuwait en ocho meses, el puente de Canakkale debía hacerse en 6 años y Limak precisó cuatro y medio…. De la misma manera que se va por las ramas en sus explicaciones cuando hace referencia a los aeropuertos: “Me gusta mucho el de Barcelona, muy abierto, grande…”.

Ebru Özemir , ingeniera también de formación, destaca también la dimensión de su empresa (50.000 trabajadores), el bajísimo porcentaje de accidentes sufridos durante los diferentes proyectos. “Este es uno de nuestros primeros ítems a tener en cuenta”, dice. Y añade también dos características de las muchas incorporaciones que asume a la empresa: El carácter global “pues hemos incorporado a muchos ingenieros de diferentes países” dada a voluntad internacional de Limak que, según su plan estratégico, dicta expandirse en Europa y en Sudamérica”, de las cuales una buena parte son mujeres, otro de las caballos de batalla de Ebru. 

Haldun, director general, también entra en escena con el mismo talente, agradable, fresco, lejos de los formalismos y del aburrimiento. A ambos les gusta hacer bromas de ellos mismos, de sus obras y de sus proyectos, aunque cuando se trata de ponerse manos a la obra la seriedad y el profesionalismo se impone. Parece que entiendan que hay tiempo para todo en la vida.

De la misma manera que nos explican detalles de la empresa (4.619 millones de dólares anuales en ingresos, 81% del peso del negocio internacional sobre total constructor, 10.200 millones de dólares como valor de los contratos en curso de construcción, 897 millones de dólares de ebitda…), a Ebru no se le caen los anillos si debe guiar un recorrido por la sede de Limak explicando los diferentes cuadros que presiden cada una de las salas o salir a la terraza para relatar la grandeza de Estambul y la belleza de la vista al Bósforo. Ella parece tal cual. Sorprendente. Incluso dicen, los que trabajan en l’estadi, que no es anormal encontrársela sin previo aviso dando vueltas por el Camp Nou para ver el desarrollo de las obras.