Haldun Firat, CEO de Limak Constructions: “Instalar la cubierta es el principal reto de las obras del Camp Nou”

Haldun Firat, licenciado en ingeniaría civil, es el director general de Limak Construction, la rama del holding encargada de asumir la reforma del Spotify Camp Nou. Se ha instalado en Barcelona para seguir de cerca estas obras trascendentales tanto para el club como para su empresa. 

¿Qué supone para Limak asumir esta reforma del Camp Nou?

No solo para Limak sino para todas las compañías del mundo significa mucho el Camp Nou. Es el símbolo del deporte. Limak ha construido grandes puertos, el puente más largo (1915 Canakkale, 4608 metros), grandes aeropuertos, las torres más altas (Banco Centra de Estambul, 390 metros) pero el Camp Nou significa mucho para nosotros porque de la misma manera que el Barça es más que un club, el estadio es más que un estadio. Para mí, es el top1, aunque quizás para otros esté en el top 5 de estructuras deportivas. Implica mucho para nosotros tener el honor de hacer esta obra.

¿Cuál fue su reacción al saber que había ganado el concurso?

Cuando analizamos la posibilidad de concursar, nos lanzamos de golpe porque nuestra compañía tiene mucho interés en el deporte debido a que nuestro fundador (Nihat Özdemir) había sido vicepresidente del Fenerbache y presidente de la Federación turca de futbol. Los proyectos los asumimos de diferentes puntos de vista o ambiciones. En unos buscamos el provecho económico, otros para formarnos mejor en una especialidad… El Camp Nou nos permitía también un reconocimiento internacional. Tenemos proyectos en 14 países, pero el Camp Nou nos podía dar mayor visibilidad.  

¿Pero cómo fue el saber que había sido escogidos?

Por un tema de confidencialidad, no podíamos decir que habíamos ganado. Yo estaba en Barcelona en una reunión con KPMG y allí me preguntaron si ganaría y tuve que decir que no lo sabía, pero que estábamos esperanzados. En esas me llamaron por teléfono desde el Barça y me dijeron que iban a anunciarlo por las redes sociales y no tuve tiempo de entrar en la sala de reuniones que estaba antes cuando ellos mismos, los de KPMG, me felicitaron porque el Barça fue más rápido que yo. Fue un gran éxito para la compañía. Una gran alegría. En el proyecto trabajamos unas 50 personas y nos felicitamos internamente. Fue uno de los memorables momentos de mi vida. Llevo 16 años en la empresa y es un hito para la compañía. Era un reto pues debía estar listo en el tiempo fijado y según el presupuesto acordado.

Cuando ganaron, parte del entorno puso en duda el acierto de la elección por ser una empresa desconocida en España, por ser extranjera. ¿Fueron conscientes de ello? ¿Cómo lo encajaron?

Francamente, tuvimos esta misma experiencia en otros países. No nos sorprendió la reacción. Tenemos que confesar que España es un país con grandes constructoras, que eran nuestros competidores. En el país no conocían mucho de nuestra compañía, lo cual es normal. El mundo de la construcción parece muy grande, pero no lo es tanto. Nuestros competidores sí que nos conocen, como es el caso de Ferrovial o Acciona, pues competimos con ellos en otros proyectos. Nos conocen bien. Otra cosa es la comunidad española porque no hay mucha gente que esté interesado en la construcción.  

¿Es una competición global, no territorial?

Sí, Hay muchas empresas españolas que operan en Turquía. Ferrovial construye un aeropuerto en Turquía (Dalaman). No nos preocupamos demasiado por lo que decían; sí que nos propusimos explicar más sobre nuestra compañía, aunque tampoco pudimos explicar mucho el proyecto por un tema de confidencialidad con el FC Barcelona. Somos una empresa profesional y había que respetar la voluntad del club. 

Por ser el propietario del club…

El propietario del proyecto es el club y teníamos que seguir lo que ellos decían. La suerte es que pronto tuvimos la confianza de los gestores de la entidad, empezando por el presidente que estaba sometido a una enorme presión. Creía en nosotros. Y nosotros teníamos la certeza que irá bien porque sabemos lo que hacemos. Nuestro fundador nos dice siempre que tendremos el reconocimiento, cuando la construcción empiece a subir. “Centremos en lo que hacemos y el resto llegara solo porque nuestro mejor aval es nuestro trabajo”, dice. Así que no creo que nos ofendiera estas dudas que podía haber. 

Cree que el factor de que muchas de estas empresas que habla, españolas y establecidas en Madrid con relación, de alguna manera u otra, con Florentino Pérez, acabó influyendo en la decisión. ¿Cree que afectó?

Me volqué en el proyecto de tender, pero la parte más compleja no era la parte económica sino la técnica. Nos planteamos si teníamos la capacidad suficiente de grúas para completar el proyecto según los plazos de tiempo previstos. Estuvimos de suerte porque nuestro proyecto en el aeropuerto de Kuwait estaba a punto de acabarse. Las grúas más grandes que tenemos estaban listas para traerlas en Barcelona. 

Grúas tendrán todas las constructoras…

Hay que tener en cuenta que no todas las compañías del mundo tienen la capacidad para asumir una obra así. Además, algunas pueden estar en otros proyectos que precisan este tipo elevadores. Y no pueden multiplicarse. Después de ganar el concurso, muchas empresas vinieron a nosotros para saber cómo podíamos hacer esta obra en los tiempos previstos. No todas tienen nuestra capacidad ni se daban las condiciones para asumirlo. 

¿Son grúas muy grandes?

Hay que tener en cuenta que estamos hablando de grúas muy grandes que deben ponerse fuera del estadio porque las obras no acaban en noviembre de 2024 y que a partir de noviembre de 2024 no pueden entrar grúas en el campo, porque habrá el césped. Debe hacerse todo desde fuera el estadio. Y hay que colocar piezas muy grandes prefabricadas. 

¿Cuáles son los principales retos que plantea la reforma?

Yo lo diferenciaría en dos partes: La adecuación de la parte vieja, la que se mantiene, la primera y segunda gradería, y la nueva, correspondiente a la construcción de la tercera gradería. Lo más complicado de todo, sin embargo, es la cubierta porque en su instalación no se puede pisar el césped. La corona debe colocarse con grúas y con cables. Es la parte más compleja de todas. Desde fuera el estadio no es fácil. Estamos trabajando en diferentes diseños, metodología, para llegar a este punto cuanto antes. Estamos convencidos que podemos hacerlo. La parte vieja debe ser reparada de forma cuidadosa porque la estructura está en un buen estado y además está protegida. Ponemos mucha atención en ello, para después abordar las otras partes.

¿Qué primer balance hace de estos primeros meses de obras?

La demolición debía acabar a finales de noviembre y acabó a finales de octubre. Esto es importante porque hay objetivos en el proyecto. El primero era empezar en junio. Lo hicimos. El segundo, acabar a finales de noviembre la demolición. Lo hicimos. Y decía que es importante por diferentes razones: Primero es que creamos confianza en los inversores. Demostramos que podemos hacerlo. Ahora tenemos otro reto en noviembre de 2024. Y acabar en junio de 2026. Claro que es importante también para nuestra compañía porque tenemos bonus por acabar antes, pero la clave para mí es otra. Avanzando los plazos hemos logrado también unir al equipo, todos han visto que juntos podemos hacer un gran equipo. Hay ingenieros de todos sitios, de Sudamérica, españoles, turcos... Unidos nos irá mejor porque somos un equipo.

¿Si han ganado ya un mes, puede ser que acaben ganando varios meses para la apertura de las puertas, en noviembre de 2024?

Para nosotros, la competición acaba en agosto 2026. En noviembre de 2024 podemos tener las obras mas avanzadas de lo previsto, pero el reto no es esta fecha sino en agosto de 2026. No acaban las obras en noviembre de 2024. Si avanzamos más de lo previsto, mejor nos irá porque podremos usar la zona del campo para la construcción de la tercera gradería.

¿Cuál es la implicación de Laporta en las obras?

Viene mucho, mucho. He coincidido con él en un par de visitas y es una persona muy emocional. Tiene muchos recuerdos del estadio, de partidos, de momentos... Las cuenta y me gusta. Sigue de cerca las obras, conoce la gente que trabaja en ellas cada día, mantiene reuniones con nosotros de forma regular. Está muy excitado. Francamente tomó una decisión muy valiente en términos financieros para un club de futbol. No es fácil lograr estos recursos para un club de fútbol y él lo ha conseguido. Se nota que le gusta el proyecto. 

¿A qué huele el Camp Nou?

Primero, a mí me gusta mucho el fútbol. Estuve varias ocasiones en el Camp Nou como aficionado, antes de lograr este proyecto. Vi el último clásico y recuerdo también partido de Messi que jugaba con Messi y Suarez y Neymar. Y un partido contra el Mallorca, que vine con mi padre. De este hace muchos años, cuando era joven. No solo me gusta el Camp Nou, también Barcelona, por el arte, por la comida, por el vino, por sus vistas, por sus monumentos, por su vinculación con el deporte. Por ejemplo, el pasado año estuve viendo las semifinales del torneo de Tenis (Banc de Sabadell) pero no pude ver la final porque coincidió con el clásico. Me gusta ir a ver partidos de fútbol, pero ahora es parte de mi trabajo. La sensación es diferente. Es divertido porque a veces mis amigos, apasionados del fútbol, me preguntan: “¿Dónde estás?” La respuesta les hace reír. “En mi trabajo, en mi oficina, en el Camp Nou”. Antes me pedían entradas y les decía que fueran a comprarlas de forma online y ahora se ríen de mi porque tengo las llaves del estadio. En serio, estar en la grada del estadio es especial, miras abajo y te imaginas a Gavi jugando o Lewandowski rematando. 

Para usted, a nivel personal, ¿Qué supone estar al mando de estas obras?

Formo parte de un importante proyecto. Limak es una interesante empresa. Hay dos generaciones. La de los fundadores y la de sus hijos, que llevan ahora la empresa. Empecé hace 16 años y significa mucho. Todos tenemos hijos o nietos a los que les gusta el fútbol. Les podré decir, cuando vean un partido de Barcelona, que un día construí este estadio. Es como un legado personal. Esto es el Camp Nou, es diferente a todo.

Usted está instalado en Barcelona. ¿Por qué tomó esta decisión?

Llego a las 8 de la mañana al Cam Nou y me voy a las 8 de la tarde. Cada día. Cuando ganamos el tender, alquilé un piso y tengo toda la ropa allí. Como te dije, me gusta Barcelona, pero es importante estar encima de las obras. Para conocer exactamente cómo van. El Camp Nou es un proyecto top para la compañía. Estamos en muchos países del mundo, pero Europa es especial y el Camp Nou todavía más. Queremos que las obras vayan bien, es tamos seguros que será así porque tenemos la capacidad y el talento y esto nos va a dar también una proyección de marca importante.