El FC Barcelona pone en marcha la planta de tratamiento de agua regenerada de la Ciutat Esportiva Joan Gamper

El agua es un recurso natural vital para la vida y las actividades que desarrollan los humanos y el resto de los seres vivos del planeta y el episodio de sequía que ha vivido Cataluña en los últimos meses se ha considerado como un hecho histórico. En este sentido, la optimización de recursos, como en este caso el del agua, es uno de los criterios que definen el compromiso del FC Barcelona con la sostenibilidad, uno de los pilares del Plan Estratégico 2026. De esta forma, y desde de 2021, el Club ha logrado un ahorro en el consumo de agua en su actividad diaria, poniendo en marcha toda una serie de medidas en sus instalaciones, y se ha convertido en un referente en políticas de eficiencia hídrica.

El FC Barcelona ha implementado un sistema global de gestión de agua para poder regar o mojar los campos de césped natural con agua regenerada procedente de las Estaciones Depuradoras de Agua Residual (EDAR) de El Prat y de Gavà. Con esta finalidad, el sistema consiste en el transporte de agua en camiones cisterna hasta la Ciutat Esportiva Joan Gamper, donde se han instalado dos depósitos en superficie de 50 m3 cada uno. A continuación, se lleva a cabo una prefiltración, y se dirige a la planta de ósmosis y se almacena en dos depósitos enterrados, de 320m3 y 60m3. Posteriormente, se realiza una desinfección y el tratamiento de ozono previo al riego o mojado del césped. Cabe destacar que, debido a la minimización del drenaje y agua regenerada que volverá de nuevo a una EDAR, será muy minimizada. Todo este proceso es un claro ejemplo de economía circular aplicado al ahorro de agua y la inversión total del Club ha sido de 1,4 M€.

De esta forma, se ha fijado un nuevo sistema de gestión del agua para poder controlar el origen, la calidad del agua de entrada, los tratamientos necesarios y los volúmenes de entrada y salida de cada depósito, adaptándolos para poder incrementar su almacenamiento. El resultado final será una progresiva sustitución del agua de tubería y de pozos por el riego o mojado de los campos de césped natural.

Eficiencia, ahorro y regeneración de campos de césped

El Club ha logrado un ahorro del 38% en el consumo de agua por visitante en la Ciutat Esportiva Joan Gamper con la implantación de una serie de medidas para favorecer el ahorro de agua en sus instalaciones. Sin duda, los principales aspectos en los que se consume agua en las instalaciones del FC Barcelona están en el riego del césped. Para el césped artificial, se ha procedido a la reutilización del agua de desecho de ósmosis, previa por la que pasa el agua antes de regar o mojar los campos y se han detenido, ya sean los riegos o los mojados, en los entrenamientos de los Juveniles A y B, y el Femenino B. Por otra parte, con el césped natural también ha habido una reducción en el tiempo de mojados en los campos de los primeros equipos de fútbol masculino y femenino y el Barça Atlètic.

A estas actuaciones de ahorro de agua, también hay que añadir la incorporación de tecnología que permite conocer mejor el estado del césped en cualquier momento, mediante el incremento de sensores en el campo de entrenamiento Tito Vilanova, en el Estadio Johan Cruyff y en el resto de los campos de césped natural. La nueva información obtenida ha permitido adaptar los aparatos de aspersión, revisar todos los elementos para evitar posibles pérdidas puntuales de agua, y la instalación de contadores volumétricos para poder zonificar los consumos. También se han instalado cámaras remotas para detectar déficits hídricos y optimizar el riego o mojado, así como el uso de rehumectantes para optimizar y mantener la infiltración y retención de agua en el suelo.

Sumándose a las medidas de eficiencia implantadas por el FC Barcelona por el ahorro de agua y en relación con los cambios de césped anuales que se producen, se ha optado por la no regeneración estival de los campos, con el objetivo de reducir las necesidades hídricas. De esta forma, se llevarán a cabo regeneraciones parciales en primavera y con repeticiones en otoño, para favorecer su germinación con el mínimo consumo de agua posible. Esto también tiene un impacto en la elección de las variedades de césped, apostando por aquellas resembradas con máxima resistencia al estrés hídrico.

El resultado hasta el día de hoy ha sido un ahorro de agua de riego superior al 20% y está previsto que esta cifra aumente en esta temporada de verano, donde las acciones tendrán más efecto debido a la mayor necesidad hídrica del césped.