Javi Rodríguez y Jaime Gallego, los dos 'escuderos' de Frade

Los jóvenes pivotes tratarán de ir cubriendo el enorme vacío que ha dejado Fàbregas en el pivote del Barça

Ambos podrían debutar el miércoles en Champions y se muestran "ilusionados y con muchas ganas en este gran reto"

Javi Rodríguez y Jaime Gallego quieren triunfar en el Barça

Javi Rodríguez y Jaime Gallego quieren triunfar en el Barça / JAVI FERRÁNDIZ

David Rubio

David Rubio

El Barça viaja este martes a Montpellier, donde el miércoles regresará a la Champions con el amargo recuerdo de la derrota por penaltis en las semifinales de la pasada edición frente al campeón Magdeburgo. A la espera de la lista, sería el debut en la primera competición europea para los jóvenes pivotes ya internacionales absolutos Javi Rodríguez y Jaime Gallego, quienes vienen a ocupar el gran vacío que dejó Ludovic Fàbregas.

Llegan como ‘escuderos’ de Luís Frade, quien ya está dando un paso adelante. “Son dos tíos jóvenes que vienen con hambre y tienen bastante espacio de mejora. El cambio de tol es algo diferente para mí y lo acepto. Veo que puedo enseñarles cosas al tiempo que también puedo aprender de ellos. Acabarán acostumbrándose al nuestro ritmo tan intenso”, señaló el portugués.

“No me gusta llamarme profesor. Yo intento ayudarles en lo que puedo y enseñarles lo que me han transmitido Cédric Sorhaindo en mi primer año aquí y después ‘Ludo’. Lo primero el sacrificio para pelear con todo y que aquí no hay ningún puesto garantizado. Yo estoy de primero entre comillas, pero ellos me pueden quitar el sitio. Ojalá podamos competir de manera saludable y que salga ganando el equipo”, recalca Frade.

Luís Frade debe ser diferencial en el pivote

Luís Frade debe ser diferencial en el pivote / JAVI FERRÁNDIZ

“El pivote es una posición muy específica, porque nosotros no podemos crear nada solos. Jugamos para los demás y necesitamos a los demás. Por eso es necesario un período de adaptación. No es fácil, requiere tiempo y estamos todavía en el segundo mes de temporada”, advierte el portugués.

Los protagonistas

A sus 21 años, Javi Rodríguez llega procedente del BM Logroño. “Es ir conociendo a la gente, saber dónde pasan mejor y eso es tiempo, aunque cuanto antes lo consiga será mejor para mí y para todos. El cambio de ritmo se nota mucho, con tiempo y con el paso de los partidos lo voy a coger”, afirma.

En sus manos está el futuro de los 'Hispanos' en el pivote

En sus manos está el futuro de los 'Hispanos' en el pivote / JAVI FERRÁNDIZ

Sobre sus iconos, el madrileño destaca que los pivotes españoles siempre ven a Julen Aguinagalde “como un referente y después a medida que yo iba jugando más arriba, pues Ludo, que destaca en defensa y en ataque”. “Como somos debutantes nos tomamos con más ganas este debut en la Champions”, añade Javi Rodríguez.

“Aquí todo el mundo nos ayuda muchísimo y Luís, como está en nuestra posición, nos está ayudando un montón en las jugadas y en todo. Yo soy muy positivo y tengo tantas ganas… si estás pensando en que no puedes, seguro que no podrás, así que optimista al cien por cien y seguro de que lo voy a conseguir”, comenta el finalista de la pasada Copa del Rey con el cuadro riojano.

Por su parte, Jaime Gallego (20 años) vuelve a ver la luz tras un año KO por la lesión en la rodilla derecha que sufrió en agosto de 2022. “No es fácil, porque llevaba un año parado. De todas formas, con la ayuda de los compañeros y del cuerpo técnico voy mejorando y la rodilla responde, que es lo importante”, indicó el madrileño.

Rodríguez y Gallego, jóvenes y sobradamente preparados

Rodríguez y Gallego, jóvenes y sobradamente preparados / JAVI FERRÁNDIZ

Todos te ayudan. Dika que es el capitán, Gonzalo y sobre todo Luís, porque él vivió lo que estamos viviendo nosotros y nos ayuda desde su experiencia. Me hace una ilusión especial la Champions y habrá que jugar muy bien para ganar en Montpellier. Yo me fijaba en Julen y por decir otro español me gustaba mucho Gedeón Guardiola, sobre todo en defensa. Es de mi estilo y me fijaba en él”, indica.

Y para acabar, una curiosa anécdota que habla por sí sola de la dureza del balonmano, sobre todo en su posición incrustado en medio de las defensas rivales. “Sobre todo ha sido duro por los goles. Después de un año sin recibirlos, la primera semana de entrenamientos recuerdo que estaba lleno de moratones. Al final cuesta adaptarte otra vez a todo, pero con el tiempo se consigue todo”, indicó el madrileño.