SEAT SNOW EXPERIENCE

Seat Snow Experience, el poder del 4Drive

El sistema de tracción total inteligente de Seat modifica el reparto de par en función de la adherencia.

La historia de Seat con la tracción cuatro de serie se remonta al Leon 4 del que muchos recuerdan la variante más deportiva, el Seat León Cupra VR6. Ese mítico modelo con 206 CV que parecía insuperable en los 2000 poco podría hacer frente al nuevo Cupra 300 ST 4Drive, que ya alcanza los 300 CV pese a mantener el planteamiento inicial: deportividad y funcionalidad.

El nuevo Cupra ST es uno de los modelos de la gama actual que puede incorporar la tracción integral de la firma de martorell, un sistema de quinta generación presente también en el Seat León ST X-Perience, Alhambra y el Ateca.

LISTO PARA TODO

Para conocer a fondo esta tecnología nada mejor que una buena nevada la noche anterior a nuestra Seat Snow Experience en Insbruck (Austria). En este programa pudimos comprobar el funcionamiento del 4Drive que, a diferencia de otros integrales, no es permanente sino que mantiene la fuerza motriz en el eje delantero hasta que la pérdida de tracción demande otro reparto de par. Este cambio, imperceptible para el conductor, puede generar instantes donde la fuerza motriz se diriga completamente a las ruedas traseras o el reparto sea completamente equilibrado al 50%.

Para probar su eficacia dispusimos de los modelos anteriormente nombrados, todos ellos calzados únicamente con neumáticos de contacto. Nada de cadenas, no fueron ni serán necesarias.

La primera actividad al volante del Seat León ST X-Perience nos recuerda el porqué del éxito de este modelo en mercados con un entorno más complicado que el nuestro. Su funcionalidad, confort y dinamismo se multiplican al incluir un 4Drive capaz de salvar cualquier obstáculo, incluso un camino de esquí nórdico con nieve muy blanda.  

Con el primer SUV de la firma española, el Seat Ateca, nos decidimos a subir (y bajar) una rampa nevada de considerable inclinación. Para dar más emoción a la prueba debíamos parar el vehículo justo en medio de la subida. Como si nada el 4Drive hizo sus cálculos para sacarnos de esa situación sin más dificultad de que la mantener una velocidad constante.

HORA DE DIVERTIRSE

El ejercicio de hacer derrapar un León Cupra 300, con o sin neumáticos de clavos, fue la ginda del pastel. Un pastel complicado de digerir para algunos pero muy entretenido para todos. Fuera controles, hola diversión. Para esta prueba contamos con la inestimable ayuda del piloto catalán Jordi Genè, que gracias a su paciencia consiguió hacer derrapar a los más impetuosos.