OPEL CROSSLAND X

Opel Crossland X, la familia sigue creciendo

En nuevo SUV pensado para familias que prioricen la funcionalidad sin perder estética y con un precio muy competitivo.

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Motor Zeta

Opel nos ha reunido en la región de Veneto, la tierra del Prosecco, para presentar el nuevo Opel Crossland X, un modelo que llega para sustituir al monovolumen de la marca, el Meriva. Como ya sucede con Renault y su nuevo Scénic, las firmas han decidido seguir la tendencia del mercado apostando por un concepto de vehículo que combina los puntos fuertes de un monovolumen con la estética de moda. Es una realidad que los compradores se decantan por los denominados SUV’s y Opel quiere aprovechar el tirón de su Mokka X, del que ha vendido ya 750.000 desde 2013, para ampliar su familia crossover con este modelo fabricado Figueruelas (Zaragoza).

La comparación con su hermano mayor, el Mokka X, es inevitable por su diseño pero es 6,3 centímetros más corto, 4,4 cm más ancho y 5,3 cm más bajo, firmando un tamaño de 4,21 metros de longitud, 1,82 m de anchura y 1,61 m de altura. Pese a ser más compacto Opel ha trabajado para que su interior parezca más espacioso, priorizando su lado más funcional y creándolo desde dentro para fuera. De este modo el Crossland X quedaría como modelo de acceso a la gama crossover seguido del Mokka X y el futuro Granland X, que será el modelo más lujoso y confortable.

DISEÑO

Como hemos comentado, el parecido con el Mokka X es significativo en la parte frontal ya que comparten presencia con la misma parrilla y firma luminosa. Es en el perfil donde surgen las primeras divergencias. Se nota que es un modelo más bajo y con más caída hacia el pilar C que estrena diseño y le aporta su lado más personal con el cromado que se dirige a los grupos ópticos traseros con un zigzag. Estos faros también son diferentes, con un diseño horizontal justo debajo de la luneta, y consiguen aportar la sensación de amplitud que tanto gusta a los compradores de SUV’s. La carrocería puede ser bitono en el acabado tope de gama.

La diferencia principal es el interior, donde los diseñadores e ingenieros han trabajado para ampliar la superficie acristalada de manera que la luz genere amplitud. El salpicadero recurre a las formas sencillas y el uso de materiales de mayor calidad para que el ocupante lo perciba como una opción más confortable, funcional y conectado gracias a su nueva pantalla de ocho pulgadas con Apple CarPlay y Android Auto. Su lado más familiar lo aporta la modularidad de los asientos traseros que se mueven 15 centímetros en las proporciones 40:20:40 y se pueden abatir para ofrecer un maletero de hasta 1.225 litros de los 410 litros disponibles en un principio.

MOTORES

En el apartado de motorizaciones, el nuevo Opel Crossland X estrena propulsores del Grupo PSA con tres gasolina 1.2 litros de 82 CV, 110 CV y 131 CV y dos diésel 1.6 litros 99 CV 120 CV. Para las versiones más potenciadas está disponible el cambio automático de seis velocidades (AT6) o el manual de seis marchas para el resto mientras que la tracción siempre es delantera. Los precios dependerán del acabado escogido, que puede ser Selective o Excellence, pero cabe destacar el nivel de equipamiento de serie con sistemas de ayuda a la conducción y la pantalla de siete pulgadas son IntelliLink. El precio (con IVA e impuestos) es de 18.042 euros para el gasolina de 82 CV hasta los 22.580 del gasolina 110 CV con cambio automático y acabado tope de gama. Aquellos que quieran ir más allá en busca del máximo confort podrán añadir detalles difíciles de encontrar en este segmento como el Head-up Display o la cámara 180 grados que ofrece una imagen de los alrededores del coche para aparcar sin miedos. Aquí puedes encontrar todos los precios y la ficha técnica,

CONTACTO

Durante la presentación pudimos probar tres motorizaciones. Empezamos con el diésel de 120 CV que nos pareció cumplidor en todos los aspectos de la carretera pero algo ruidoso. Nos sorprendió su empuje en las carreteras reviradas camino a los campos donde se produce el Prosecco y el chasis se ha mostrado firme en las curvas sin apenas balanceo y con un dinamismo que no admite demasiadas quejas excepto por un tarado de suspensiones blando y una dirección algo falsa. Detalles lógicos en un vehículo pensado para el día a día y los viajes en familia por vías rápidas.

El bloque gasolina de 131 CV es nuestra apuesta. El precio de 18.906 euros de salida (20.962 para la versión Excellence) no parece un escollo para preferir otras motorizaciones y, sin duda, su equilibrio entre finura y potencia nos ha parecido el más adecuado sin necesidad de montar el cambio automático. En cuanto al AT6 para el Crossland X gasolina de 110 CV parece una buena opción que disfrutará un conductor que opte por el confort y funcionalidad antes que diversión y comportamiento deportivo.