Falsos mitos sobre los coches de gas natural comprimido

Alrededor de los vehículos de gas natural comprimido (GNC) siempre han girado distintos mitos, aunque muchos de ellos resultan no ser ciertos. De hecho, la gran mayoría no lo son. En cuanto a seguridad y potencia, los coches de GNC están igualados a los de gasolina o diésel, mientras que económicamente se perfilan, incluso, como más baratos que los convencionales. Andrew Shepherd, responsable de producto de GNC de Seat, desmonta ahora estas falsas creencias y descubre cómo funcionan en realidad estos vehículos sostenibles.

No se tiene la misma sensación al volante. FALSO. La idea generalizada de que la conducción de un coche de GNC es distinta a la de los coches convencionales es errónea. De hecho, "la sensación circulando es la misma, ya que las prestaciones de los motores de gas son idénticas a las de los coches diésel o gasolina con la misma potencia", comenta Shepherd. 

Un depósito de gas es menos seguro. FALSO. "Los depósitos de gas están diseñados, fabricados y homologados según los más altos estándares de la industria", señala el experto, pues estos depósitos "incluyen una válvula de seguridad que, en caso extremo, evacuaría el gas a la atmósfera de manera controlada".

No se puede circular en episodios de polución. FALSO. Estos coches están clasificados con la etiqueta ECO, así que les está permitido circular cuando se restringe el tráfico en algunas ciudades durante los episodios de más contaminación.

No puedo continuar circulando si se acaba el gas. FALSO. "El conductor puede continuar sin necesidad de parar", explica Shepherd, ya que, cuando el depósito se agota, el coche cambia de combustible de manera automática.

No puedo circular solo con gas. FALSO. Los coches GNC funcionan por defecto con gas y se puede circular sin recurrir al otro depósito. No obstante, es necesario llevar un mínimo de gasolina para el momento del arranque en casos concretos.

Su precio es superior a los vehículos tradicionales. FALSO. Al contrario de lo que muchos piensan, estos coches tienen un precio de venta similar al de los diésel y gasolina, a lo que hay que añadir los beneficios a largo plazo. "Llenar el depósito cuesta, aproximadamente, trece euros", comenta el experto de Seat.

Su mantenimiento es distinto al de los coches convencionales. FALSO. La mecánica de los vehículos de GNC es igual a la de los más tradicionales. "Es falso que bujías o filtros tengan que cambiarse con mayor frecuencia", rebate y concluye Shepherd.