ASTON MARTIN VALKYRIE AMR PRO

Aston Martin Valkyrie AMR Pro, más bestia todavía

Quedaban por desvelar cómo serían las 25 unidades destinadas a circuito y, Aston Martin, vuelve a cumplir.

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Ya hay ganas de ver el de verdad... / ASTON MARTIN

Àlex Soler

Àlex Soler

Mucho se está hablando del Aston Martin Valkyrie, el vehículo que, en palabras de la firma británica, "es el coche más extremo de la historia de Aston Martin". De este hypercar se conoce su aspecto, que, como adelantó Motor Zeta en julio, sufrió un adelgazamiento importante respecto a sus primeros bocetos para ahorrar peso. También es sabido que estará homologado para su conducción por la vía pública, haciendo que todo aquel que tenga la suerte de cruzárselo se gire a mirarlo.

Por otro lado, la bestia de calle montará un V12 atmosférico y un propulsor eléctrico que le harán alcanzar la cifra de 1.146 CV de potencia. Con ello, junto al <strong>Mercedes-AMG Project One</strong>, está llamado a ser uno de los coches más rápidos del mundo. Por otro lado, como dato final, se sabe que llegará en 2019 y que las 150 unidades ya están vendidas a razón de una cifra cercana a los 3,5 millones de euros.

LLEGA EL HERMANO REBELDE

Los grandes deportivos tienen un hermano rebelde. Una versión de circuito que se propone ser más rápido, más extremo y, en definitiva, mucho más bestia. Como ejemplos están, por nombrar algunos, el McLaren P1 GTR, la versión para circuito del P1, o el Ferrari FXX-K Evo, la evolución de competición del Ferrari LaFerrari. El Valkyrie, creado para asombrar al mundo, no podía dejar escapar la oportunidad y Aston Martin, con hambre de emociones fuertes, han revelado las primeras imágenes y algunos detalles de su hermano rebelde, al que han bautizado como Aston Martin Valkyrie AMR Pro.

Este hypercar solo para circuito y como ha asegurado la misma marca de Gaydon, "ha sido desarrollado en paralelo del coche de carretera, pero, habiendo sido liberado de las limitaciones y consideraciones del uso para carretera, el Valkyrie AMR Pro es la máxima expresión del rendimiento. Esta bestia es el producto de la colaboración entre Aston Martin, Red Bull Advance Technologies y AF Racing. Como explicó Motor Zeta, se sabía que iban a haber 150 unidades del Valkyrie y 25 de una versión de circuito, que corresponden al recién presentado AMR Pro. Todas están vendidas y las entregas están previstas para 2020.

DISEÑADO PARA CORRER

Los cambios más visibles, respecto a su hermano de carretera, están en el exterior. Mientras que el Valkyrie al uso es muy delgado, para diseñar el AMR Pro se ha revisado toda su silueta para mejorar su aerodinámica y, gracias a las nuevas aletas, delanteras y traseras, al alerón trasero integrado y a la aleta central, que parece sacada de un Fórmula 1 o un LMP1 de resistencia, el Valkyrie AMR Pro ni se inmutará cuando desarrolle fuerzas G laterales de hasta 3,3 G. Todo este trabajo es muy importante para mantener pegado al suelo un coche que pesa poco, muy poco.

Al tener vía libre para su diseño y desarrollo, gracias a no tener que homologarse para carretera, el Valkyrie AMR Pro ha visto como todos los componentes de calle, como la climatización o las pantallas del sistema de infotainment han desaparecido. Además, el parabrisas se ha sustituido por uno de policarbonato ligero y muchos de los componentes serán de elementos ligeros como la fibra de carbono. Así, pese a la inclusión de elementos en su silueta, la versión de circuito pesará menos que la de calle. Aún no se conoce la cifra exacta pero sí que pesará menos de 1.030 kilos.

EL ALMA DEL VALKYRIE

Gracias a su aerodinámica activa controlada electronicamente, el Valkyrie AMR Pro podrá llegar hasta una velocidad estimada de 400 km/h. Para conseguirlo, el vehículo utilizará toda la potencia del V12 de aspiración natural de 6.5 litros, que también monta su hermano de calle, que desarrollará más potencia gracias a pequeños ajustes en el bloque. Además el motor estará asociado a un sistema de recuperación de energía que hará las funciones del KERS, que será el mismo que el del Valkyrie de calle pero reprogramado para ofrecer más rendimiento.

A efectos prácticos utiliza la misma mecánica que su hermano de carretera, pero se han revisado todos los sistemas para mejorar su rendimiento.

En los neumáticos, se ha decidido apostar por unas llantas más pequeñas, de 18 pulgadas, para que su calzado, unos nuemáticos Michelin de competición, desarrollados bajo las mismas especificaciones que los usados por los prototipos LMP1 del Campeonato Mundial de Resistencia. De la misma manera, toma la tecnología de los frenos carbocerámicos de competición procedente de la Fórmula 1, con el que producirá fuerzas de frenada de hasta 3,5 G.

Los compradores podrán disfrutar del vehículo, sin pagar de más, en unos exlucsivos track-days progrmados por la firma británica. Aston Martin ofrecerá preparación física para los pilotos, acceso a un simulador profesional y lecciones en pista de parte del equipo Red Bull Racing. Cada conductor recibirá atención personalizada en las instalaciones del equipo de Fórmula 1 y dispondrán de un equipo de ingenieros para disfrute de su vehículo.