El mundo entero mira a una nariz

El fútbol está pendiente del estado de Kylian Mbappé tras su aparatosa lesión nasal ante Austria

Desde su debut con 'Les Bleus' el nuevo crack madridista no se ha perdido un partido de fases finales

Mbappé, conmocionado y con la nariz desviada, yace a los pies de Gil Manzano.

Mbappé, conmocionado y con la nariz desviada, yace a los pies de Gil Manzano. / Kacper Pembel / Reuters

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Érase un hombre a una nariz pegado. Quevedo -Don Francisco, no el actual- lo anticipaba todo, como los Simpson, y en su soneto sobre los apéndices olfativos parecía hablarnos de la nariz de la que pende todo el Universo a 19 de junio.

No puede ser otra que la de Kylian Mbappé.

El crack francés paralizó a su país, al mundo del fútbol y en especial al madridismo cuando protagonizó el gran susto en lo que llevamos de Eurocopa.

Su topetazo con Kevin Danso al rematar un balón de cabeza en el tramo final del Francia-Austria hizo saltar las alarmas. Las imágenes hablaban por sí solas, fractura nasal.

Mbappé ponía rumbo al Hospital Universitario de Düsseldorf para pasar los pertinentes exámenes. Según fuentes de la Federación Francesa, el jugador se someterá a nuevas pruebas antes de evaluar si es imprescindible acudir al quirófano para ser intervenido de las diversas fracturas y la desviación del tabique.

El propio Mbappé ironizó al respecto en su cuenta oficial de 'X' donde pedía a sus seguidores "ideas de máscaras", acompañado de un emoticono de una cara sonriendo con sudores fríos.

Los datos del de Bondy con su selección son demoledores.

Desde su debut con Francia, Mbappé ha jugado todos los partidos de fases finales en Eurocopas y Mundiales, siendo el jugador de estas competiciones que, en conjunto, tiene más remates a puerta (57), más disparos a puerta (25) y más participación en goles (12 goles y tres asistencias, igualando a Harry Kane).

Su estadística ahora se puede romper, con Francia pendiente de su evolución. Un conflicto de narices.