Inglaterra y el fantasma de la eterna decepción

El conjunto de los ‘Pross’ inició la Eurocopa con un triunfo justo y cargado de críticas ante un rival relativamente menor como es Serbia

No es la primera vez que Inglaterra fracasa en un gran torneo pese a contar con un equipo cargado de talento. De hecho, el Mundial del 66 es su único éxito

La selección de Inglaterra, en el entrenamiento previo al inicio de la Euro

La selección de Inglaterra, en el entrenamiento previo al inicio de la Euro / @England

Betfair

Betfair

El debut de la Selección Inglesa en la Eurocopa de Alemania 2006 ha vuelto a destapar los fantasmas de una suerte de maldición que persigue a los Pross prácticamente durante toda la historia. La de ser un combinado nacional decepcionante, que promete grandes éxitos que acaban en grandes fracasos.

Los de Southgate vencieron a Serbia por 1-0 (gol de Bellingham) y lo hicieron de forma merecida, pero con lo justo para lograr tan raquítico resultado. Apenas media hora inicial de buen juego dio paso a un cinturón de talento constreñido que incluso permitió a Serbia, una buena selección, pero no del nivel de Inglaterra, plantarle cara y hacer que el actual subcampeón del torneo acabara pidiendo la hora.

Aun así, el triunfo cuenta. Y mantiene al combinado inglés como el máximo favorito a ganar esta Euro en las apuestas de fútbol de Betfair con una probabilidad implícita del 22%. Cierto es que Francia y Alemania están cerca… pero Inglaterra sigue dominando estos pronósticos. Quizá ese es uno de los problemas de este combinado nacional, el excesivo optimismo que lo rodea aun cuando quizá no tiene los mimbres para conseguirlo. En esta ocasión no es el caso, porque Inglaterra, si algo tiene, es talento.

Una delantera que da miedo

De hecho, es el equipo que llega a esta Eurocopa con más goles acumulados por sus jugadores. Solo sus atacantes han hecho 154 tantos esta temporada. Espectacular. Si a ello se le suma la capacidad de tener buenos jugadores en otras líneas, el resultado es un combinado que, sobre el papel, suena robusto. De argumentos solidos para creer en él con, además, buena trayectoria reciente. En el Mundial de Rusia 2018 alcanzó Semifinales, en la Euro de 2021 estuvo en la final y en el Mundial de Qatar sólo Francia, la luego subcampeona, lo apeó en cuartos. Pero no sería la primera vez que una Inglaterra enorme se queda en el camino de conseguir nada.

De hecho, Inglaterra sólo ha ganado un título internacional en su historia. Fue el Mundial de 1966 que se disputó en Reino Unido y que terminó, por cierto, con victoria polémica para los ingleses. En la final ante Alemania Federal, el duelo se tuvo que ir al tiempo extra tras el empate a dos de los 90 minutos iniciales. El tanto con el que Inglaterra abrió el camino del triunfo, el 3-2 de Hurst, fue un gol fantasma que jamás debió entrar, porque la pelota, como luego demostraron las fotografías, botó en la línea. Entonces se rellenaban con cal y al botar justo sobre la meta de gol, el balón quedó manchado en su mitad. Aun así, el título fue para Inglaterra.

Decepciones recientes

Desde entonces, los ingleses no han llegado más lejos. Ni una Eurocopa, ni una final de un Mundial más… nada para un combinado que se ha henchido de expectativas en muchas ocasiones. Hay varias recientes. Por ejemplo, la Eurocopa de 1996, cuando Inglaterra volvió a ejercer de local, pero cayó en las semis ante Alemania en los penaltis. Aquel partido lució camiseta gris que, desde entonces, quedó desterrada de las equipaciones de Inglaterra por considerarla gafe.

Luego estuvo el Mundial de 1998, cuando el conjunto comandado por Beckham (equipazo) cayó ante Argentina en octavos con la polémica roja precisamente a Beckham por revolverse

contra Simeone. En 2004, en la Euro, y en el Mundial de 2006, Inglaterra llegó con un equipo plagado de algunos de aquellos que estuvieron en el 98 y una nueva generación brillante (Lampard, Gerrard…) que, sin embargo, se volvió a estrellar.

Recientemente, los patinazos en 2018, 2021 y 2022 han sido ejemplos de los que muchos temen sea algo así como una maldición o mal endémico incapaz de extirparse del corazón de este conjunto que, en Alemania, quiere darle la vuelta a esa tendencia… pero que en el inicio ha vuelto a mostrar vicios del pasado.