Al FC Barcelona se le ablanda el cemento

Los culés ya han recibido cuatro goles en las primeras cuatro jornadas. La temporada pasada tuvieron que esperar a la jornada 9.

Excluyendo los goles del Real Madrid, los culés tuvieron que esperar hasta la 17ª jornada para encajar cuatro goles de autores distintos al equipo merengue.

Entre las razones de esa pérdida de blindaje, el bajón de algunos de sus baluartes, como Christensen. Tampoco Ter Stegen ofrece aquella firmeza.

Marc-André Ter Stegen es un ejemplo de implicación

Marc-André Ter Stegen es un ejemplo de implicación / EFE

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El FC Barcelona suma cuatro goles en contra en lo que llevamos de temporada. Son cuatro jornadas. A uno por fecha en el calendario de LaLiga. No suena a castigo excesivo. De hecho, sólo cuatro conjuntos del campeonato han visto perforada su meta en menos ocasiones. Son Las Palmas (tres tantos en contra), Real Madrid y Girona (dos) y Atlético de Madrid (sólo uno, pero en un partido menos). Sin embargo, esta relativa facilidad (o quizá no tanto) para que los contrarios hagan gol en la meta de Ter Stegen es asunto llamativo por culpa de la comparativa con el curso pasado.

Entonces el Barça fue muro infranqueable. Tanto es así que hasta la novena jornada no recibió los cuatro goles que ahora lleva en contra: los tres que le hizo el Real Madrid en el clásico de aquella fecha, más el que le marcó la Real Sociedad en la segunda jornada. Haciendo el ejercicio hipotético de suprimir el clásico, el Barça no acumuló cuatro goles en contra en Liga de rivales distintos al Real Madrid hasta la jornada 17ª. Todo un hito. El curso acabó con los culés encajando sólo 20 tantos en el curso completo de Liga, a sólo dos del récord de 18 tantos en contra del Dépor (temporada 93-94) y del Atlético (temporada 2015-2016).

Es esta pérdida de blindaje una de las razones por las que el Barça, en los pronósticos de Betfair, ha perdido favoritismo para ganar LaLiga, un título al que aspira ahora el Real Madrid como principal candidato (cuota 1.63) y los de Xavi como perseguidores (cuota 2.6).

El ‘caos’ de Villarreal

Ante este análisis estadístico, surge la pregunta. ¿Tiene el Barça motivos para preocuparse? Es pronto para dar respuestas absolutas a semejante duda, pero un análisis pormenorizado de cómo se ha producido este comienzo de curso invita a la prudencia optimista. En primer lugar, porque tres de esos cuatro goles se encajaron en un solo encuentro. Fue en la fiesta del caos que albergó La Cerámica ante el Villarreal, un partido que arrancó con 0-2, que luego el Villarreal logró remontar hasta el 3-2 para terminar en el 3-4 definitivo. Sí, en ese encuentro los mecanismos defensivos del Barça fallaron.

“El partido ha sido una locura por culpa nuestra”, se quejó Xavi en sala de prensa. Dijo el técnico que, tras los dos primeros tantos, se ejerció un exceso de relajación que impidió al equipo tener la bola y, como consecuencia, se dejó más desguarecida la retaguardia. “Concedimos demasiado”, añadió el preparador. Aun así, aquel partido sirvió para hacer radiografía de una defensa llamativa, con Sergi Roberto, Koundé, Christensen y Marcos Alonso. El danés dejó su espacio al descanso a Eric García y a partir de ahí, la imagen azulgrana mejoró.

El bajón de rendimiento de este central resolutivo es una de las razones por las que ahora el Barça se siente algo más vulnerable. En su primera temporada como culé mostró virtudes que le hicieron rendir por encima de lo que se esperaba. Ahora, sin embargo, no ha comenzado tan fino.

Un Ter Stegen menos milagroso

¿Y Ter Stegen? Pues en la línea de no haber podido, por el momento, ejercer los milagros de temporadas anteriores. El arquero alemán ha salvado 0,16 goles en el curso (es la media estadística que ofrece el Big Data), esto es, el octavo portero más determinante del campeonato en esta faceta, muy por detrás de la tercera posición que ocupó el curso pasado, cuando evitó 6,07 tantos, sólo por detrás de Édgar Badía (Elche, 8,95 goles evitados) y Gazzaniga (Girona, 8,60 goles envitados en todo el curso).