Los terribles crímenes sin resolver que asolaron el pueblo de Marmellar

Este pueblo del Baix Penedès tiene una terrible leyenda negra bajo sus ruinas

Crímenes de Marmellar

Crímenes de Marmellar / SPORT.es

Marmellar es un pueblo de la comarca del Baix Penedès que, a mediados de los años 60 veía como el último habitante de sus calles se marchaba. Actualmente, es uno de los lugares más fantasmagóricos gracias a los restos del cementerio con nichos vacíos y abiertos.

Tiene un castillo del siglo XI y una iglesia del siglo XVI y es uno de los pueblos más frecuentados por los aficionados al esoterismo y a los ritos satánicos, pero, ¿cuál ha sido el o los sucesos que han desencadenado estas prácticas?

El 26 de junio de 1993 unos cazadores descubrían en la iglesia de Marmellar, el cadáver de una mujer carbonizada y con signos de violencia. El cuerpo estaba semienterrado junto a los restos de dos grandes hogueras. La víctima había sido violada y era una mujer caucasiana, morena, con melena larga y de entre 20 y 30 años de edad.

Los investigadores descubrieron que la joven había estado de fiesta celebrando la noche de San Juan en un bar de Calafell y después se había subido, con unos clientes del bar en el que estaba, en un vehículo que tenía matrícula de Barcelona. No se supo nada más sobre la identidad de la mujer asesinada ni sobre sus asesinos.

Pero este no fue el único crimen que ocurrió en esta localidad y es que tres años más tarde, el 14 de febrero de 1996, Ana María Marín Barba, de 19 años es secuestrada en la gasolinera en que trabajaba entre las localidades de Banyeres y l'Arborç del Penedés. Además, también se llevaron 40.000 pesetas de la caja registradora.

Al día siguiente un agricultor encontraba el cadáver de la joven bajo las tablas de una puerta junto a las ruinas del pueblo de Marmellar. Las cámaras de la gasolinera no dieron más información sobre este terrible hecho y el caso está también sin resolver.

Hoy en día, Marmellar se ha convertido en un pueblo paranormal, ya que muchas personas aseguran que allí pasan comitivas de coches de lujo que llegan hasta la iglesia del pueblo, procesiones de individuos con capuchas o una dama blanca que deambula por el pueblo. Hay quien dice que las paredes de la iglesia están pintadas con sangre humana.