Un soltero de 'First Dates' alucina con su cita: "Es una modelo de...."

Miguel y Marta tuvieron una cita que ya empezó con buen pie

El programa se emite de lunes a viernes en Cuatro

First Dates

First Dates / CUATRO

'First Dates' suele dejarnos momentos de lo más peculiares y extraños, al menos en ciertas ocasiones. Aunque el objetivo del programa es que los participantes encuentren el amor, no siempre se cumple.

El programa está presentado por Carlos Sobera. Se estrenó en 2016, y tanto ha sido su éxito que ha sido proclamado como un programa de referencia de Cuatro. Los espectadores pueden disfrutarlo de lunes a viernes a las 21:05 horas.

'First Dates' junta a parejas en una cita a ciegas. Estos participantes mantendrán una conversación durante una cena en la que se conocerán y verán si realmente son compatibles o no. Al final del encuentro, decidirán si han tenido gustos afines y quieren seguir conociéndose, o si, por lo contrario, prefieren no saber nada el uno del otro.

En este caso el programa juntó a Miguel y Marta. Miguel, acostumbrado a despertar sorpresa al revelar su lado cariñoso y detallista a pesar de su apariencia grande y seria, comparte con Laura Boado su doble vida como estudiante de magisterio de primaria y camarero para ganar dinero extra. Su motivación para ser profesor es más por "frustración" debido a haber sido marginado en la infancia por ser travieso, y busca evitar que eso se repita.

Apasionado por el fútbol y el rugby, Miguel busca una pareja atrevida y divertida, sin exigir grandiosidades, pero con la preferencia de que sea alta. Su cita, Marta, una chica impulsiva y divertida con el sueño de tener su propia clínica de psicología, lo hace sentir nervioso al pensar que podrían ser una pareja ideal. La química entre ellos se desata en una conversación ininterrumpida.

La conexión entre los jóvenes es evidente, con Marta impresionada por la versatilidad deportiva de Miguel y este intrigado por la espontaneidad y variedad de intereses de ella, que coinciden sorprendentemente con los suyos.

A pesar de trabajar como camarero, Miguel afirma que no se distrae con el ligoteo, y Marta revela su tendencia a ir a su aire, aunque ocasionalmente es abordada con un "perdona que te moleste". La revelación de viajes por parte de Miguel y la coincidencia de intereses, incluyendo la pasión por el techno, sorprenden gratamente a ambos.

En la decisión final, ambos acuerdan entusiasmados tener una segunda cita, y la timidez de Miguel al notar el interés de Marta en conocerlo mejor se hace evidente con su ruborizada reacción: "se está poniendo vergonzoso".