¿Qué situaciones ponen celoso a tu gato? Evita estos comportamientos

Los celos son una de las emociones más comunes en los seres humanos pero, ¿lo son en los gatos?

¿Qué situaciones ponen celoso a tu gato?

¿Qué situaciones ponen celoso a tu gato? / SPORT.es

A pesar de que los gatos tengan fama de animales despegados y que no crean vínculos con las personas, lo cierto es que son animales muy cariñosos y afectuosos que guardan mucha estima a las personas que con las que conviven día a día.

Es por esto que muchos cuidadores de felinos aseguran que pueden llegar a sentir celos. Los celos son una emoción que, tradicionalmente, se atribuía solo a los seres humanos pero, ¿qué hay de cierto en que también puedan sentirlos los gatos?

Lo cierto es que algunas personas aseguran que los celos son en realidad una respuesta emocional adaptativa. Y es que hay ciertas situaciones que pueden hacer que perciban a algunas personas como rivales y se interpongan a esa relación entre ellos y sus tutores.

La respuesta de los gatos ante estas situaciones se manifiesta en forma de rechazo y agresividad y esto es lo que los cuidadores perciben como conductas celosas. Desde el portal Experto Animal aseguran que estos comportamientos no siempre quiere decir que tengan celos, sino que, en muchas ocasiones, representan problemas de comportamiento.

Según los cuidadores, son tres las situaciones que más causan celos en nuestros felinos:

  • La falta de espacio personal: los gatos son animales muy territoriales y pueden ponerse agresivos si sienten que no tienen el suficiente espacio personal. Es por esto que es importante que cada animal tenga su propio espacio para descansar, así como un bebedero, comedero y arenero para él solo.
  • La llegada de un bebé a la familia: la pérdida de atención con el gato es uno de los factores más destacables de la llegada de un nuevo miembro a la familia. En estas ocasiones es importante evitar el castigo, los regaños o los gritos cuando se acerque al pequeño.
  • La llegada de una nueva mascota: al igual que con la llegada de un bebé a la familia, la llegada de una nueva mascota puede provocar la aparición de distintas conductas negativas como la agresividad, el marcaje de superficies, el miedo o la depresión.