Los gestos infalibles para reconocer a un mentiroso según este psicobiológo experto

Entre los más comunes están evitar la mirada o moverse demasiado pero José María Martínez

Los gestos infalibles para reconocer a un mentiroso según este psicobiológo experto

Los gestos infalibles para reconocer a un mentiroso según este psicobiológo experto

Sandra Artuñedo

Sandra Artuñedo

Todos hemos recurrido a la mentira alguna vez en la vida, existen personas con más habilidad para ello y otras con menor destreza, el problema llega con aquellas que no tienen remordimiento al ocultar la verdad y pueden convertirse en mentirosos patológicos.

¿Qué lleva al ser humano a mentir? José María Martínez Selva, autor del libro "La Ciencia de La Mentira" (Paidós, 2024) y catedrático de psicobiología en la Universidad de Murcia, argumenta que existen dos razones fundamentales para ello, que son "obtener un beneficio y protegerse de un daño".

El escritor afirma que el hecho de mentir aumenta según el riesgo: "se miente más cuando el riesgo o el coste de ser descubiertos son muy bajos", así como se ve influenciada por la moralidad del sujeto.

¿Cuáles son los principales signos del mentiroso?

Según el catedrático de Elche, cuando se miente hay señales reconocibles de que los sujetos no dicen la verdad. Pueden ser conductas verbales o fisiológicas, las más habituales son apartar la mirada o hacer movimientos excesivos pero existen muchas más:

  • Tocarse la boca, nariz, cuello o nuca
  • Cruzar brazos o piernas
  • Exageración de gestos o expresiones
  • Falsa sonrisa
  • Suspiros o sequedad en la boca
  • Tartamudeos o bostezos
  • Manos en bolsillos o entre las piernas cuando el individuo está sentado

Todo el mundo miente pero existen distintos tipos de mentiras

Cabe diferenciar entre el tipo de mentira: están las sociales y las malas. La mentira social es aquella realtiva al cotilleo, la rumorología y las leyendas urbanas. A veces ni siquiera se consideran mentiras porque son esperadas por el emisor y el receptor de la misma. De hecho, estas sirven para mejorar y agilizar nuestras conversaciones cotidianas.

Por otra parte, según Martínez Selva, están las malas mentiras, las que no son esperadas. Son deliberadas, provocan dolor y no son toleradas por el receptor de estas. De hecho, y según la gravedad, esta tipologías de mentiras pueden ir desde transgresiones, traiciones e, incluso, amenazas.

El grado de tolerancia de estas últimas mentiras depende mucho del receptor y su contexto.

¿Qué ocurre en el cerebro al mentir?

Son muchos los estudios que han estudiado qué pasa en nuestro cerebro cuando mentimos. Investigadores de la London University College concluyeron que cuando se produce una mentira en beneficio propio las emociones negativas que asocia el cerebro a la deshonestidad desaparecen y la persona no se siente mal al mentir.