Ciencia

¡Encuentran un enorme océano que bajo la corteza terrestre! A 600 km de la superficie

Este descubrimiento podría abrir nuevas vías de investigación sobre el pasado de la Tierra

La temperatura del Océano Atlántico experimenta un cambio repentino y rápido que deja a la ciencia descolocada

La temperatura del Océano Atlántico experimenta un cambio repentino y rápido que deja a la ciencia descolocada

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Un nuevo descubrimiento sobre nuestro planeta ha dejado más claro que nunca que aún desconocemos muchísimo sobre nuestro mundo. Este hallazgo podría cambiar por completo nuestra comprensión del ciclo del agua en la Tierra.

Y es que, recientemente, un grupo de científicos ha descubierto un "océano subterráneo" ubicado a más de 600 kilómetros bajo la superficie terrestre.

El agua de este océano subterráneo está contenida en un mineral llamado ringwoodita, una roca que se encuentra en la capa situada entre el manto superior e inferior. La ringwoodita tiene la capacidad única de retener agua gracias a su estructura cristalina, que "absorbe agua como una esponja", según explica el geofísico Steve Jacobsen, quien formó parte del equipo responsable del hallazgo.

Este descubrimiento no solo es importante por la cantidad de agua que contiene, sino por las implicaciones que tiene para el ciclo del agua global. "Estamos viendo evidencias de un ciclo del agua que no solo ocurre en la superficie, sino que involucra todo el planeta", afirmó Jacobsen. Este ciclo podría explicar por qué nuestro planeta cuenta con tanta agua líquida en la superficie, algo esencial para la vida tal como la conocemos. 

Hasta ahora, los científicos sólo podían especular sobre la presencia de agua en las profundidades de la Tierra, pero esta es la primera vez que se han obtenido pruebas sólidas que confirman su existencia. Además, este océano oculto podría influir en otros procesos geológicos de la Tierra. Los investigadores han observado que la existencia de este enorme cuerpo de agua tiene un impacto directo en la tectónica de placas y en la dinámica del manto terrestre. Finalmente, estas interacciones podrían cambiar nuestra comprensión de fenómenos como los terremotos y el vulcanismo.