El día en el que Camerún estuvo a punto de dejar fuera a Argentina en un Mundial

En el verano de 1990, hubo una selección que logró llevarse el cariño del mundo del fútbol. Fue Camerún, en el Mundial de 1990. Llegaba como una de las selecciones candidatas a caer a las primeras de cambio, pero logró lo que nadie pensaba: meterse en los cuartos de final de la cita mundialista. Un éxito tremendo que se labró ya desde el primer partido, un duelo ante la Argentina de Bilardo que quedará ya para la historia.

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Después de un primer tiempo en el que no hubo demasiado, en la segunda parte llegó toda la salsa. En el minuto 60, André Kana-Biyik fue expulsado por el árbitro francés Michel Vautrot por una falta sobre Caniggia. La Albiceleste creía que tenía el partido ya en su mano.

Sin embargo, apenas unos minutos después, François Omam-Biyik abrió el marcador con un cabezazo y ayudado por un error garrafal del portero Pumpido. A partir de ahí, el partido fue una auténtica carnicería. Violencia y más violencia que terminó con otro jugador expulsado en Camerún. Benjamin Massing también vio la tarjeta roja por otra falta grave contra Caniggia.

Argentina tan solo tenía que marcar un tanto para empatar el partido ante una selección muy menor y que tenía dos jugadores menos... pero ni así. Camerún aguantó como pudo las embestidas argentinas y terminó ganando aquel partido. Fue un traspié durísimo para Argentina, teniendo en cuenta que acudía al Mundial como una de las favoritas. Al final, la Albiceleste pasó de la fase de grupos con apuros.