Atlanta 96' paga la deuda al waterpolo español

España se quedó a un paso del oro olímpico en Barcelona 92' y consiguió el ansiado metal cuatro años después

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La selección española celebra su oro en Atlanta

La selección española celebra su oro en Atlanta / RFEN

Cristina Moreno

Cristina Moreno

Los Juegos Olímpicos de Atlanta serán recordados en España como el de la consagración de la generación de oro del waterpolo español. Los Juegos en los que las lágrimas, que en Barcelona habían sido de decepción, se tornaban en alegría tras imponerse a Croacia en la final (7-5).

Hace un par de veranos, la película '42 segundos' de los directores Àlex Murrull y Dani de la Orden, devolvía al imaginario colectivo aquel ciclo olímpico en el que España pasó del infierno a la gloria. De perder en la final de Barcelona, la de casa, ante Italia, a ganar el oro en Atlanta. La historia y el tiempo devolvían a los Estiarte, Oca, García Aguado, Rollán y compañía lo que les había quitado en el agua de las piscinas Bernat Picornell de Madrid.

Entonces, la que iba a convertirse en una selección de ensueño, pionera en el waterpolo español, no pudo ver el gran hito que supuso ganar una plata en unos Juegos Olímpicos. La derrota ante Italia (8-9), con prórroga y las gradas a reventar, fue un duro golpe, pero también un aprendizaje camino de la gloria olímpica.

Jesús Rollán, Josep María Abarca, Dani Ballart, Manel Estiarte, Pedro Aguado, Salvador Gómez, Iván Moro, Miguel Ángel Oca, Jordi Payà, Sergi Pedrerol, Jordi Sans, Carles Sanz y Ángel Luis Andreo, los 13 integrantes de esa selección, entraron para siempre en la historia. Todo, bajo la batuta de un Joan Jané que había sustituido al croata Dragan Matutinovic tres años antes.

No arrancó de la mejor manera el torneo para una España enmarcada en el mismo grupo que Hungría, Yugoslavia, Rusia, Alemania y Países Bajos. Las derrotas contra Las dos primeras dejaron dudas en un equipo que tras esa primera fase afinó su juego y con victorias ante Estados Unidos (5-4) y Hungría (6-7) se plantó en la gran final. Allí ni la todopoderosa Croacia pudo frenar a una España enfocada en el gran objetivo: el primer y hasta ahora único oro olímpico del waterpolo español, el único oro español en un deporte por equipos hasta el momento.