La designación de Hernández Hernández en el Betis-Espanyol echa más leña al fuego

Contra todos y contra todo, que se suele decir. No está para terremotos el Espanyol, a tenor de su delicada situación deportiva, en zona de descenso y con cinco derrotas al hilo a sus espaldas. Pero el ‘incendio’ del mosqueo arbitral que estalló tras el último partido contra el Athletic, lejos de apagarse, se propaga. En vísperas del duelo contra el Betis en el Benito Villamarín de este sábado, el Espanyol ha recibido dos ‘regalitos’. 

Primero fue la sanción a Domingo Catoira. El director deportivo ha sido castigado por el Comité de Competición con dos semanas de suspensión por decirle al descanso a Munuera Montero, trencilla del partido contra los leones, que “las amarillas para nosotros siempre y para ellos nunca”.

El segundo ha sido la designación arbitral del partido contra los verdiblancos. Alejandro Hernández Hernández ha sido el elegido y no es precisamente una buena señal. Con él, en 15 partidos de Liga, el Espanyol nunca ha ganado. Ocho derrotas y siete empates es el balance con el colegiado canario, que sí vio vencer una vez al cuadro perico en la vuelta de los dieciseisavos de Copa del curso 2015/16 ante el Alavés. Su nombramiento no ha hecho mucha gracia, teniendo en cuenta el citado contexto. 

Para más inri, el Villamarín tampoco le trae demasiados buenos recuerdos al Espanyol. En 65 precedentes oficiales en territorio verdiblanco, sólo ha ganado 15 (23%), ha empatado 17 (26%) y ha perdido en 33 (51%). El último triunfo fue en 2016 con gol de Diego Reyes. La pasada campaña se registró un empate a dos en un partido pleno de alternativas en el que Cabrera salvó un punto in extremis.