Maldito diario: Leeds, 1 de marzo de 2022

Marcelo Bielsa, entrenador del Leeds United

Marcelo Bielsa, entrenador del Leeds United / AFP

SPORT DOSSIER BY PANENKA

Querido diario. Estos días voy a tener tiempo de escribir en tus páginas, ahora que me han despedido. Suena raro. No estaba acostumbrado a que me echaran de un trabajo. Ahora sé lo que se siente cuando un club te deja por otro, que es precisamente lo que siempre había hecho yo con ellos. Porque, aunque me encanta poner en práctica el marcaje al hombre, nunca soporté que los directivos me vigilasen de cerca. Y aunque nadie lo diría viendo lo largas que son mis ruedas de prensa, nunca me gustó pasar mucho tiempo en un mismo sitio. Tiene mérito aguantar tres años y medio sin cambiar de equipo... Menudo estrés. Pero, bueno, por muy duro que parezca esto de ser entrenador, hay trabajos mucho peores. Por ejemplo, ser mi traductor.

En Inglaterra todo era distinto... Me sentía siempre a gusto, moviéndome a mis anchas, con espacio para hacer lo que quisiera y con la gente del Leeds entregada y recibiéndome con los brazos abiertos. Vaya, como cualquier delantero rival que jugara últimamente contra nosotros. Porque sí, lo sé, nos han metido 60 goles en 26 partidos. Son bastantes, no hay duda. Pero así es mi método: solo me pongo a la defensiva delante de los periodistas.

Pero de buen rollo, ¿eh? Que lo mío con el fútbol inglés fue amor a primera vista. Me apasionaba todo: la cultura de los clubes, de la afición, los partidos de cualquiera de sus categorías… Incluso me tragaba enteros los entrenamientos de los rivales, de los que tenía una buena colección de VHS… Hasta que se ofendieron, no sé aún muy bien por qué. Supongo que son más de Betamax… ¡Para que luego digan que el anticuado soy yo! Por alguna razón, no me ven como a un entrenador moderno. Debe ser por eso que aquí, en Leeds, preferían llamarme ‘God’ en vez de ‘GOAT’. Mucho más tradicional. Aunque siempre les pedía a los hinchas que no fueran por ahí, que yo, de todopoderoso, no tengo nada. Más bien todo lo contrario, y se ha vuelto a demostrar viendo cómo me tratan los que de verdad lo son. Los mismos que traen a un entrenador completamente nuevo, a 12 jornadas del final, para evitar un descenso. Y luego dicen que el ‘Loco’ soy yo.

Marcelo B.