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La revolución urbanística de Nueva York para volver al ejercicio al aire libre

Publicado por
LRDC
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Hasta 120 kilómetros de vías para peatones y ciclistas. Esta ‘barbaridad’ se está gestando en la ciudad de Nueva York para preparar la vuelta a la normalidad tras la crisis del coronavirus, según informa ‘StreetsBlog NYC’. El alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, gracias a un proyecto ley del ayuntamiento que se aprobará la próxima semana, se tendrá que poner manos a la obra para lo que significará sin duda una revolución urbana de una de las urbes más famosas y con mayor densidad de población del mundo.

Más espacio para un mayor distanciamiento

El presidente del Consejo, Corey Johnson, dijo en un comunicado que el objetivo es “asignar más espacio en las calles a los peatones y ciclistas … con un objetivo en toda la ciudad de 75 millas (unos 120 kilómetros)”. El hecho de que la ciudad neoyorkina sea una de las más golpeadas no solo de Estados Unidos, sino del planeta por el coronavirus ha hecho que la atención de las fuerzas del orden se tenga que desviar hacia otra dirección. “Los neoyorquinos no tienen el espacio en la calle que necesitan para mantener un distanciamiento social adecuado, lo cual sabemos que es esencial en esta crisis de salud pública”, ha asegurado Johnson recientemente. 

“Si bien queremos trabajar en colaboración con la administración para abrir las calles, este tema es tan importante y tan urgente que estamos tomando medidas legislativas para que podamos hacerlo realidad”, añadió, dando absoluta prioridad a este proyecto para que se pueda respetar el distanciamiento en una vuelta a la normalidad que se prevé larga y muy escalonada. El presidente del Consejo ha puesto el ejemplo de otras ciudad que ya han puesto ese plan en marcha como por ejemplo Oakland, donde se han establecido 74 millas permanentes de vías exclusivas para peatones y ciclistas. 

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El alcalde exige un número de policías para controlarlo

El alcalde también ha dicho firmemente que no abrirá calles a menos que pueda asegurarse de que la policía de Nueva York las haga cumplir, una condición que prácticamente ninguna otra ciudad mantiene. En Oakland y en otros lugares, el departamento de transporte de la ciudad ha manejado el espacio abierto con poca dotación de personal y pocos recursos. Pero De Blasio se verá seguramente obligado a ceder en este punto en los próximos días.

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