Nordas y Jakob Ingebrigtsen no pueden ni verse
En la selección noruega en el marco de los Juegos Olímpicos de París se produce una situación curiosa. Por no decir embarazosa. Mientras la gran mayoría de los atletas residen en la villa, como sucede en el resto de deportes y delegaciones, hay un atleta que ‘no puede’ hacerlo. Hablamos de Narve Gilje Nordas. Aquí ya hemos explicado en alguna ocasión el litigio que mantiene con el gran dominador del medio fondo de los últimos años, su compatriota Jakob Ingebrigtsen. Y es que a Nordas lo entrena el padre de Jakob, Gjert, quien tiene interpuesta una denuncia por maltrato físico psicológico sobre sus hijos Jakob, Henrik y Filip.
Gjert está vetado por la Federación de Atletismo de Noruega, por lo que no puede residir en la Villa Olímpica. Y eso desemboca en que Nordas haya decidido no hacerlo tampoco. La relación entre Nordas y Jakob es muy tensa. Más aún desde que el otro ‘capo’ del 1.500 nórdico se haya instalado entre la élite de la distancia. En los últimos dos años su crecimiento ha sido brutal hasta instalar su PB en 3:29:47 y ser tercero del mundo el año pasado en Budapest.
“Crecimos con un padre que usaba la violencia física y las amenazas como parte de nuestra educación”, alegaron el año pasado los hermanos Ingebrigtsen. La Fiscalía les dio la razón y la Federación pasó a vetar a Gjert. Nordas entró en el Team Ingebrigtsen a los 15 años y a entrenar con frecuencia con los hermanos. Pero todo estalló y Gjert se lo quedó como su ‘protegido’. El 2 de agosto a partir de las 11:10 arrancan las series de 1.500. Se podrían ver las caras en semifinales…o en una hipotética final. Ambos son claros candidatos a medalla.