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Osako, mejor marca de la historia de un no-africano (pero sin los 763.000 euros)

Publicado por
LRDC
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El corredor etíope Birhanu Legese y la israelí de origen keniano Lohan Chemtai se adjudicaron hoy el maratón de Tokio de este año, que estuvo restringido en público y en participantes por las medidas extraordinarias aplicadas a causa del coronavirus.

Legese, de 25 años, hizo un tiempo de 2h04:15, a cerca de tres minutos del récord mundial del keniano Eliud Kipchoge y a dos minutos de su récord personal (2h02:48), una marca que en el año pasado le permitió ganar el oro en la anterior edición del maratón de Tokio.

Leges, Bashir, Lemma…y Osako

Detrás del etíope quedó el corredor belga de origen somalí Bashir Abdi, de 31 años, a 34 segundos del ganador, y el tercer lugar fue para el etíope Sisay Lemma, de 39 años, a 36 segundos.

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Legese y Lemma partían como favoritos, y de hecho desde el kilómetro 30 venían ocupando dos de las tres primeras posiciones de la carrera disputada por la capital japonesa.

Una de las grandes noticias la dejó el japonés Suguro Osako, que fue cuarto con un marcón de 2:05:29, la mejor marca de la historia de un atleta no nacido en África. La anterior plusmarca la tenía el noruego Sondre Moem (2:05:48). Se da el caso de que Osako, que ostentaba el Récord de Japón desde Chicago 2018, se embolsó por aquella hazaña la friolera de 763.000 euros, una especie de incentivo que dio la Federación Japonesa para quien batiera el récord de Toshinari Takaoka, vigente desde 2002. Esta vez no sabemos si hay ‘premio’, pero seguro que no será tan suculento como el de hace dos años. Por cierto, que el nipón tiene casi asegurada su presencia en los Juegos.

La israelí Chemtai se lleva la prueba femenina

En mujeres el oro fue para la corredora israelí de origen keniano Lonah Chemtai, de 31 años, que hizo un tiempo de 2h17:45, a más de tres minutos del actual récord mundial, que desde el año pasado mantiene la keniana Brigid Kosgei.

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Chemtai, que llegó a la meta luciendo una amplia sonrisa, fue seguida por la etíope Birhane Dibaba, de 26 años, a 50 segundos, y la medalla de bronce fue para la también etíope Sutume Asefa,de 25 años, a 2:45 de la ganadora.

En silla de ruedas, el ganador fue el japonés Tomoki Suzuki, que hizo un tiempo de 1h21:52, seguido de sus compatriotas Sho Watanabe (a 8:08) y Kota Hokinoue (a 8:12).

El cuarto lugar fue para un español, Jordi Madera, que llegó a 8:20 de Sukuki.

En la categoría femenina de silla de ruedas, la victoria fue para la japonesa Tsubasa Kina, con un tiempo de 1h40:00, seguida de la australiana Christie Dawes, a 13:23, y de la japonesa Yurika Yasukawa, a 19:18.

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Hasta última hora la celebración de este maratón estaba en el aire debido a las medidas oficiales fijadas para evitar la extensión del COVID-19 en Japón, donde ya ha afectado a más de un millar de personas con una docena de muertos.

Las autoridades japonesas han venido pidiendo que se cancelen o aplacen actos deportivos y culturales masivos, y por ejemplo los partidos de las tres divisiones del fútbol japonés han quedado postergados.

Los organizadores del maratón, sin embargo, optaron por seguir adelante con la prueba, pero impidiendo la participación de cerca de 38.000 corredores amateurs y limitándola a unos 300 atletas en todas las categorías, pidiendo además al público que evitara seguir la carrera.

Aún así, durante el recorrido pudieron verse muchos espectadores que animaron el paso de los corredores, disfrutando de la prueba deportiva y de una mañana soleada.

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