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La medalla olímpica de un tío muy normal: “Soy de un pueblo de 6.000 habitantes”

Publicado por
Roberto Varona
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Último kilómetro. 1h15m24. Bien. Nos lo estamos pasando bien. Porque se está volando en los 20 km marcha en París.  Ataque brutal entonces de Pintado (Ecuador), que será oro con 1h18m55. Y detrás Álvaro Martín que no puede seguir a Bomfin (Brasil). Pero que va a ser bronce. Medalla de bronce olímpica a 16 segundos de Pintado. 

Un gran Álvaro Martín,  sin duda. Con el dorsal 33. Con esa gorra y esa media barba. Con 30 años. Con toda la vida imaginando este momento. Con un gran discurso ante la prensa.

-Soy un tipo muy normal de un pueblo de Extremadura de 6.000 habitantes -declaró en TVE totalmente emocionado-. Tengo mi medalla olímpica y mi carrera universitaria. Estoy intentando no llorar pero es imposible. Me gustaría quemar París por la noche. Pero tengo que cuidarme por si el seleccionador quiere utilizarme en el relevo. 

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Tenía la amenaza del gran Stano (Italia) que nos hizo sufrir hasta el final como no podía ser de otra manera. Quedó a un solo segundo. Cuatro años y un segundo. Pero la vida es así y Álvaro,  que fue cuarto en Tokio, supo protegerse. 

Y aquí estamos celebrando y contando su medalla olímpica,  que ha estado muy cara en una carrera que se ha corrido a los pies de la Torre Eiffel por debajo de 4’00″/km a pesar de la humedad de París.

Ha sido bonito. Muy bonito. A los 30 años, Álvaro Martín ya tiene la única medalla que le faltaba: la más importante de todas, la medalla olímpica. Se la merece mucho. Muchísimo.

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A ese bronce hay que darle el mérito que tiene en una carrera donde los otros dos españoles Paul McGrath y Diego García han sido 17 y 33 respectivamente.  

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Roberto Varona