Gesa Krause, en una imagen de archivo / AFP
Lo dice la atleta alemana Gesa Krause, pero bien lo podrían firma muchos otros ahora mismo. La desmotivación sin una competición en el horizonte es una de las grandes ‘lacras’ para los deportistas, sean de élite o no élite. Esa segregación de hormonas que profiere al cuerpo el entrenar en el entorno habitual y tener un objetivo claro en la cabeza por el que luchar e intentar superarnos ha desaparecido y eso afecta mucho a nuestro día a día. Como decíamos, en el caso de los atletas de primer nivel está siendo una parte delicada y para la mayoría el entrenamiento se ha convertido en una especie de clavo al que agarrarse para mantener el mayor tono físico posible de cara a un regreso a la competición que cada vez parece más improbable en este 2020.
En esa tesitura está la alemana Gesa Felicitas Krause, que ha concedido una entrevista al periódico ‘Der Spiegel’ en la que ha sido tan cruda como realista. La doble campeona de Europa de 3.000 metros. Preguntada sobre el aplazamiento de los Juegos y lo que ha provocado en su estado de ánimo, Krause comenta que “Es difícil definir una nueva meta de la noche a la mañana. He sido atleta profesional durante 10 años. Fui campeona de Europa y gané el bronce en la Copa del Mundo. No queda mucho que pueda lograr. Una medalla en los Juegos Olímpicos es lo que me impulsa”.
Le preguntan a la germana por si le cuesta después de esta decisión obligarse a entrenar cada día: “Al contrario. El entrenamiento es lo único que tiene sentido para mí vida en este momento. Lo que estoy esperando. Sin correr, no sabría qué hacer con mi tiempo. Solo falta el gran objetivo”. Gesa ha estado entrenando estas semanas en Estados Unidos, en la ciudad de Boulder (Colorado): “Las carreras escolares aún están abiertas al público. Esa fue mi gran suerte. Pude terminar unos buenos 170 kilómetros cada semana. No podría haber entrenado en Alemania por mucho tiempo”.
¿Qué sigue ahora, qué hay en el horizonte? “No lo sé, no podemos planificar una vuelta a la normalidad de los entrenamientos, no hay competición. Esta incertidumbre es terrible”.