Grant Fisher, en una imagen de archivo / EFE
Uno de los nombres propios en 2022 y uno de los fondistas con más proyección de futuro a nivel mundial, Grant Fisher está viviendo un aire libre para olvidar. El estadounidense, poseedor del Récord Norteamericano de 5.000, 10.000 y 3.000 metros al aire libre, no pudo clasificarse en los ‘trials’ de su país para el Mundial de Budapest. Fue cuarto en una final de 10.000 feroz y en la que consiguió un discretísimo crono de 28:25, casi dos segundos más que su marca personal y Récord Nacional de 26:33.
Cuarto en el Mundial de Eugene (a solo 17 centésimas del bronce), Fisher ha explicado en una entrevista para ‘Runner’s World’ por todo lo que está pasando y cómo está de sensaciones. “Siento que simplemente no calculé correctamente lo duro que tenía que ir”, dijo a los periodistas después de la carrera de 10.000 de los ‘trials’ USA. “Pensé que tenía más en la reserva”. Iba a participar también en los 5.000 metros, pero comunicó en sus redes sociales que no iba a tomar parte en la salida por una lesión de estrés en el fémur: “Un momento increíblemente frustrante, pero todo es parte del juego”.
Fisher tuvo que parar de entrenar. Sentía dolor. Decidió ir con sus colegas del ‘Bowerman Track Club’ a hacer una estancia en altura en Utah, aunque simplemente para trabajar la altura. “Pensé: ‘Si voy a estar sentado sin hacer nada, también podría estar en altitud y obtener un aumento de altitud mientras no hago nada’”, dijo. Aún confía en salvar la temporada, pero parece complicado.