Te das cuenta de que estás enganchado a esto cuando se te plantea cualquier otra cosa y simplemente no encaja; cuando te ofrecen otras actividades y honestamente de apetecen menos, o incluso te rompen el esquema. Te das cuenta de que estás metido en esto hasta el cuello cuando te acuestas molesto y un poco preocupado porque no has salido a correr, porque has perdido un día de entrenamiento. Te das cuenta de que algunas de las conversaciones que mantienes con tus amigos podrían parecer las de algún doctor por la saturación de terminología técnica. Y por muchas cosas más, te das cuenta de que estás en el ajo… ya no hay marcha atrás salvo que estés haciendo técnica de carrera: bienvenido a nuestro mundo.