Niels Laros es el maravilloso atleta de 1.500 holandés que solo tiene 19 años y que ayer hizo 3’49″45 en la milla de la Diamond de Londres a pesar de una caída al principio de la prueba.
Una marca totalmente espectacular en esas condiciones y que lo sitúa, a pesar de la competencia, como uno de los más serios aspirantes a la medalla olímpica en 1.500 en París.
A Laros no le asusta la responsabilidad. Al revés.
Pero es que para triunfar en la vida hay que tener las cosas tan claras como las tiene él.
“Siempre digo que nuestra vida es mucho mejor, podemos viajar por todo el mundo… Lo prefiero a ir a una fiesta cada fin de semana”, le contestó a Andrés G. Armero en esta entrevista en Relevo. al preguntarle si debía renunciar a muchas cosas.
“Además”, añadió, “de mis amigos son también corredores, algunos en mi equipo, y también tienen que competir. Y a mis amigos del colegio, los veo cuando estoy en casa. Para mí no son sacrificios, recibimos mucho más de lo que damos, para mí es algo que merece la pena”.
El año pasado, Laros ya llamó muchísimo la atención en el Mundial de Budapest.
Hijo de dos atletas –su padre, obstaculista de 8:21–, Laros ha logrado este año su primer récord mundial en la distancia de 1.000 metros en Hengelo al correr en una distancia de 2:14.37 que superó los 2:15.00 del keniano Benjamin Kipkurui en 1999.