Chiki Pérez continúa buscando la mínima olímpica / Cárnicas Serrano
Como aficionados, pocas veces o nunca nos planteamos lo que siente por dentro el atleta, el deportista. Más en estos meses de pandemia, donde la falta de competiciones y, por consiguiente, de ingresos en muchos casos aún altera mucho más el equilibrio mental. ‘Mens sana in corpore sano’ dicen. El caso es que la paz a nivel psicológico es vital sobre todo en estos momentos en los que nos encontramos, con menos de un mes para que se cierre el periodo para conseguir las mínimas olímpicas. Para los que todavía no la han logrado es sin duda un momento de máxima tensión en el que la ansiedad y la presión pueden jugar una mala pasada.
Sobre ello charlamos con el atleta Chiki Pérez. El de Ciudad Real es el primero a nivel mundial por ránking de puntos en el 10.000. El problema es que el ‘overbooking’ de mínimas es altísimo y no tiene garantizado entrar por esa vía. Es por eso que intenta como sea rebajar esos 27:28 exigidos para poder estar en Tokio este verano. También está la opción del 5.000 (13:13:50), claro. En cualquier caso, su objetivo primordial esta temporada son las Olimpiadas y no titubea a la hora de definir cómo se siente acerca de todo eso.
“La verdad es que estoy un poco obsesionado con el tema, sí, lo tengo en mente todo el día. Es verdad que te agota psicológicamente. Competiciones, viajes, dietas, si esto sale bien, si no tengo el día, de acá para allá. Ahora por ejemplo por lo menos he podido estar en el pueblo con mi gente, con mis amigos, mi novia, desconectando un poco. Me he despejado, he entrenado aquí. Solo pienso en lograr la mínima, quedarme tranquilo y quitarme todo el estrés que tengo. Es una putada que la prueba que mejor se me da (el 10.000) sea la de más difícil acceso de todas. Lo de ser una final directa es una ‘putada’.