El corredor francés Pierre-Ambroise Bosse, retirado de las pistas desde finales del año pasado, ha recibido una suspensión de un año por parte de la Agencia Francesa Antidopaje (AFLD) debido a infracciones en sus obligaciones de localización entre septiembre de 2022 y junio de 2023 según ha informado L’Equipe.
Bosse, campeón mundial de 800 metros en 2017, anunció su retirada del deporte a finales del año pasado aunque previamente fue notificado de tres infracciones de localización entre septiembre de 2022 y junio de 2023, mientras intentaba volver a lo más alto luchando contra las lesiones. La primera infracción ocurrió el 25 de septiembre de 2022, cuando un controlador antidopaje acudió a su domicilio para realizar un control, pero el corredor no estaba presente. “Tenía un pie en el entrenamiento, el otro en vacaciones”, recoge la misma fuente.
La segunda falta fue el 1 de mayo de 2023, cuando no pudo ser localizado mientras estaba con su familia cerca de Nantes. Poco después recaía de su lesión.“En ese momento me di por vencido por completo”, afirma. “Andaba libremente, sin saber que se cernía sobre mis narices. Estuve deambulando un poco por aquí y por allá. No me he centrado demasiado en la ubicación”.
El 11 de junio de 2023, un agente se personó sin éxito en su casa en los horarios programados en la aplicación ADAMS. Más tarde fue notificado de una posible suspensión de dos años por las tres ausencias. Mientras trataba de justificar la segunda infracción tomó la decisión de abandonar su carrera profesional. Finalmente, el pasado mes de marzo se le impusieron 16 meses de sanción, habiéndosele imputado cierta negligencia.
“Cometí tres errores, lo acepto”, afirma. “Es cierto que no siempre he sido el mejor alumno a la hora de cuidar mi ubicación, pero hasta entonces nunca me había jugado ninguna mala pasada. Sé que debería haber sido más serio, pero me gustaría señalar que estoy en el grupo objetivo de la AFLD desde 2012 y tienen todos mis análisis”.
